Los hallazgos, publicados en ‘Diabetologia’, revelan que el tratamiento con bFGF modifica el perfil génico de las células con la regulación de microARN implicados en la reparación vascular, abriendo la puerta a terapias más seguras y personalizadas. Se obtuvieron muestras de tejido adiposo subcutáneo y visceral de cada uno de los 8 pacientes que participaron en el estudio, 4 con diabetes tipo 2 y obesidad mórbida y 4 no diabéticos normopeso.
A partir de estas muestras se aislaron las células madre, que se cultivaron durante nueve días en presencia de bFGF, una proteína ampliamente estudiada por su papel en el crecimiento celular, la cicatrización y la formación de vasos sanguíneos. El tratamiento demostró ser altamente eficaz: las células derivadas de pacientes con diabetes recuperaron su potencial de proliferación y migración, comportándose de manera similar a las células de personas sin diabetes.
Este efecto fue notable en las células procedentes del tejido adiposo visceral, las más afectadas por la inflamación y el estrés metabólico característicos de la enfermedad. En cultivos tridimensionales y pruebas realizadas en ratones, las células tratadas con bFGF mostraron una mayor capacidad para organizarse en estructuras capilares y generar nuevos vasos sanguíneos, confirmando que el tratamiento restaura su potencial angiogénico y reparador.
Se analizó el perfil de miRNA, pequeñas moléculas que actúan como interruptores génicos y regulan la actividad de genes implicados en procesos como la proliferación celular, la formación de vasos sanguíneos o el envejecimiento celular. Los investigadores observaron una reducción de miR-24, miR-145 y miR-140 –vinculados a la inhibición del crecimiento y la senescencia celular– y un aumento de miR-17, un regulador positivo de la proliferación y la supervivencia, reactivando rutas moleculares esenciales para la formación y reparación de los vasos sanguíneos.
La investigadora principal del estudio, Gemma Arderiu, del grupo de Terapia Celular y Angiogénesis en la Patología Isquémica de IR Sant Pau, destacó que el tratamiento con bFGF consigue restaurar funciones celulares que estaban gravemente deterioradas.
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