«Había una voluntad manifiesta de aniquilar a la población civil de Gaza»
El exjefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, expresó su preocupación por lo que podría suceder durante el segundo mandato de Donald Trump como presidente de Estados Unidos y advirtió sobre los peligros de la socialización.
«A quién le importa no sólo la política en sí, sino también el apoyo de los medios de comunicación. Hoy en día es cada vez más importante el proceso de formación de opinión a través de los medios de comunicación, no los clásicos como usted o los periódicos, como dicen las redes sociales, que son auténticas máquinas industrializadas de desinformación», puntualizó en una entrevista con Catalunya Ràdio recogida por Europa Press.
Tras afirmar que Rusia tiene «una auténtica industria de desinformación», alertó sobre el poder de la información a la hora de informar sobre conflictos, por ejemplo.
«No se trata sólo de la ocupación física del territorio, sino de la colonización de la mentalidad de la gente, de la percepción que la gente tiene de las cosas a través de información sesgada, falsa y determinada», argumentó.
Según Borrell, hay guerras que se pierden por culpa de la «guerra de la información», por lo que defiende la necesidad de poner límites a la capacidad de la desinformación –literalmente– y de los monopolios informativos para difundir mensajes.
«Cuando vas a comprar carne tienes muchas garantías que te dicen que la carne es segura para comer y que si la comes en malas condiciones te puede pasar algo malo. ¿Por qué no hay controles de calidad de lo que come nuestro espíritu?, preguntó.
EL MUNDO ES «PEOR»
Además de creer que el mundo está «peor» ahora que hace cinco años, lamentó la dificultad de encontrar una posición unificada de la UE sobre determinados conflictos como los de Israel y Palestina.
Se ve cómo votamos en la ONU. Estoy intentando encontrar una posición común y es imposible», subrayó Borrell, que volvió a mostrarse crítico con el Gobierno de Benjamín Netanyahu.
A pesar de asegurarse de entender que Israel tenía derecho a defenderse, añadió que «dejar a una población hambrienta, cortarles el agua, la electricidad, los alimentos y los hospitales es un crimen de guerra».
Cuestionado sobre si se trató de un genocidio, destacó que sólo los tribunales pueden decir eso, pero «en el lenguaje común es obvio que hubo una voluntad manifiesta de aniquilar a la población civil de Gaza».
RUSIA
Respecto a la guerra entre Rusia y Ucrania, explicó que «no ha habido comunicación con el Kremlin a nivel europeo» desde el inicio del conflicto, pese a un intento al principio cuando el exlíder de la oposición rusa, ya fallecido, Alexei fue en juicio a Navalny.
Según Borrell, los contactos diplomáticos terminaron cuando se comprobó que no había retorno, aunque añadió que ahora vuelven a ser del lado de Hungría y Eslovaquia, a los que definió como «amigos» de Rusia.