Casa Tarradellas suma un nuevo centro de investigación con tecnología puntera en su segundo molino propio, inaugurado este año en Vic (Barcelona), con el que potenciará su estrategia en investigación y desarrollo (I+D) para el análisis y la selección de harinas en su misión por optimizar sus estándares de calidad.
Con este segundo molino, que se suma al que ya se inauguró en 2010, la compañía de alimentación tiene una capacidad de molienda de hasta 30 toneladas de trigo por hora y recolecta 110.000 toneladas de trigo blando al año para elaborar la harina de las pizzas y masas frescas, el 40% de ellas en la nueva instalación.
Allí, se ha instalado un nuevo centro de investigación equipado con unas máquinas de clasificación óptica que «separan todo lo que no tiene el color de un grano de trigo óptimo», ha explicado a los periodistas el gerente de la panificadora alimentaria de la empresa, Joan Clotet, durante una visita a la nueva planta.
Según los últimos datos de la compañía (2023), la inversión en I+D+i y sostenibilidad fue de 40,8 millones de euros, un aumento del 25,2% respecto a 2022, a la espera de saber el impacto económico que tendrá este nuevo laboratorio.
Casa Tarradellas mantiene acuerdos con 250 agricultores de Catalunya, Aragón, Navarra y Castilla-La Mancha, que contribuyen a que pueda producir su surtido de pizzas y masas frescas, a las que se les suma su oferta de jamón cocido, bacon, patés y su fuet espetec.
FUENTE