- Los grandes consumidores (peajes 6.1, 6.2, 6.3 y 6.4) pueden proporcionar soluciones para mantener el voltaje de la red en los umbrales de seguridad.
- El proyecto tiene como objetivo resolver problemas abrumadores en la red eléctrica.
- Los participantes deben consumir energía reactiva, a cambio de una remuneración variable y exenciones fiscales.
CNMC extendió doce meses el proyecto piloto de demostración regulatoria (la caja de arenaEn inglés) que permite a los grandes consumidores de electricidad, como empresas y fábricas, contribuyen al control de la red eléctrica (DCOOR/004/23).
Mantener el voltaje de la red en los umbrales de seguridad es esencial para garantizar el suministro de electricidad. Tradicionalmente, la generación desarrolló esta tarea, mientras que la demanda (consumidores de electricidad) era un tema pasivo o participaba solo con estimulantes estáticos.
La generación renovable, que desarrolla una alta velocidad, tiene una menor capacidad para administrar la tensión de la red que la generación convencional. Por lo tanto, los nuevos agentes deben participar.
Descripción del proyecto
Está abierto para consumidores de alta energía (fábricas, empresas, etc.), sujeto a los impuestos 6.1, 6.2, 6.3 y 6.4 (circular 3/2020). Los compromete a mantener un factor de potencia inductivo; Es decir, el consumo de la energía reactiva que permanece en el sistema y hace que las cosas superen. En cambio, reciben una remuneración variable, para el volumen de energía reactiva consumida, y la exención del término reactivo en sus impuestos.
Las condiciones y requisitos del proyecto se establecieron en noviembre de 2023 (presione el impacto de un posible ajuste en los incentivos del término reactivo con impuestos. Sus resultados también serán valiosos para diseñar el mercado de control de voltaje futuro.
La expansión del proyecto durante doce meses permitirá que se descubra la capacidad de contribuir a la transición de energía y obtendrá ingresos para ello.
Normativo
La Directiva (UE) 2019/944 proporciona la solicitud un papel relevante en la transición de energía e indica que no se puede realizar sin desarrollar la respuesta a la solicitud. Según esta premisa, la demanda se convierte en un papel activo en todos los servicios para el sistema eléctrico, incluido el control de voltaje.
Además, la directiva prioriza las soluciones del mercado, en lugar de las obligaciones no remuneradas. La gestión de los servicios para el funcionamiento del sistema, a través de mecanismos competitivos no discriminatorios, permitirá la maximización de los recursos de manera efectiva. Además, proporcionará métodos comerciales a las empresas empleadas con descarbonización, independientemente de la generación o tecnología de actividad económica que decida la energía.