¿De qué manera puede la IA beneficiar al tercer sector?

La inteligencia artificial (IA) tiene multitud de usos que pueden servir para mejorar las condiciones de vida de las personas, por lo que muchas entidades nacionales e internacionales del Sector III ya la están utilizando en su trabajo.

En el caso de Kanjo, una iniciativa que nació hace seis años de la mano de la ONG Acreditada Educo, pretende crear entornos seguros para los niños. Esta aplicación basada en IA trabaja con análisis emocional y se basa en patrones emocionales y permite la detección de cambios y la generación de alertas para los profesionales.

Se utiliza en centros educativos y en él los menores pueden expresar su estado de forma privada a través de una tableta o dispositivo móvil. Kanjo luego analiza las emociones y nos permite detectar patrones emocionales asociados con el sufrimiento. Si se detecta algún caso, el equipo psicólogo de Kanjo contacta con los profesores del centro.

Otro caso similar es «Memoria», una herramienta de la Confederación Española de Alzheimer (CEAFA) y Amazon Alexa lanzada para ayudar a frenar el deterioro cognitivo leve-moderado en personas con demencia o que han sufrido enfermedad cerebrovascular. A través de comandos de voz e inteligencia artificial, la aplicación hace preguntas y ajusta el nivel de dificultad en función de las respuestas, creando una rutina diaria de 20 minutos que puede ser guiada por cuidadores o profesionales.

IA bMiradas, por su parte, es un programa de seguimiento del desarrollo y detección e intervención del autismo en bebés de entre cuatro y 36 meses, que nació en Autismo Burgos y está presente en otras nueve provincias. Se aplica a bebés control, con familiares de primer y segundo grado de consanguinidad con autismo y guiado por pediatría y neuropediatría para observar señales de alerta.

Los participantes reciben varias pruebas, como seguimiento ocular con tecnología de seguimiento ocular, así como observación de juego libre, cuestionarios para padres y entrevistas semiestructuradas. Los resultados se comparan con datos agregados que, cuando se analizan con IA, nos permiten identificar señales de advertencia de un posible autismo.

CRIS contra el Cáncer, dedicada a la investigación de esta enfermedad, trabaja desde hace años en la aplicación de la IA y el big data para mejorar el diagnóstico y tratamiento de los tumores, avanzando hacia la «oncología de alta definición». El objetivo de este proyecto es encontrar fármacos de alta definición que recopilen información en tiempo real del paciente mediante el uso de un «wearable».

A nivel internacional, World Vision Brasil, una fundación de protección infantil, está utilizando IA en su proyecto Fútbol de Ellas. A través de Jessica, un chatbot interactivo, buscamos ayudar a niñas y adolescentes a prevenir la violencia de género y conocer sus derechos.

Por su parte, Unicef ​​utiliza inteligencia artificial para analizar imágenes satelitales y datos de clínicas de salud para identificar a los niños que están en riesgo de desnutrición y así brindarles la alimentación y la atención médica que necesitan.

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