El uso del efectivo ha ido disminuyendo en los últimos años, y se espera que para el año 2025 esta tendencia se mantenga e incluso se acelere. Según el Estudio sobre hábitos en el uso del efectivo 2025, realizado por expertos en economía y finanzas, se estima que el uso de dinero en efectivo se reducirá en un 20% con respecto a los niveles actuales.
Este cambio se debe en gran medida al avance de la tecnología y a la creciente aceptación de métodos de pago electrónicos. Cada vez son más las personas que prefieren utilizar tarjetas de crédito, transferencias bancarias y aplicaciones móviles para realizar sus transacciones diarias, en lugar de depender del efectivo.
Además, la pandemia de COVID-19 ha acelerado esta transición, ya que muchas personas han optado por evitar el uso de dinero en efectivo por temor a contagios. Esto ha llevado a un aumento significativo en el uso de pagos sin contacto y en línea, lo que ha contribuido aún más a la disminución del uso de efectivo.
En este sentido, las entidades financieras y los comercios han tenido que adaptarse a esta nueva realidad, ofreciendo cada vez más opciones de pago electrónico y promoviendo su uso entre los consumidores. Asimismo, se espera que la digitalización de la economía continúe en aumento, lo que seguirá impulsando la reducción en el uso de efectivo en los próximos años.
En resumen, el Estudio sobre hábitos en el uso del efectivo 2025 señala que estamos ante un cambio de paradigma en la forma en que realizamos nuestras transacciones financieras, con una clara tendencia hacia la digitalización y la reducción del uso de dinero en efectivo. Esta transformación no solo tiene implicaciones económicas, sino también sociales y culturales, que sin duda marcarán la forma en que nos relacionamos con el dinero en el futuro cercano.
FUENTE
