La hora del día en que se lleva a cabo la actividad física influye en la acumulación del metabolismo de las grasas y la energía, según un estudio dirigido por el investigador del grupo de neurobiología de la actividad física de la Universidad de Mercia (UMU) José Luis Ferrán.
La investigación, publicada en la revista «Metabolismo del metabolismo», se llevó a cabo con roedores de adolescentes para evaluar cómo el ejercicio en diferentes momentos del día afecta la acumulación de grasa y la expresión de los genes relacionados con el metabolismo, según las fuentes de enseñanza de la enseñanza institución en una declaración.
El estudio se desarrolló en un marco interdisciplinario en el que otros grupos de UMU, el Instituto de Investigación Biomédica (IMB-Virgen de Aruxaca), Interlab UMU, Facultad de Psicología y otros Centros Nacionales de Investigación y Internacional.
El equipo de investigación dividió a los roedores en dos grupos: uno que ejerció en la fase temprana de su ciclo activo (equivalente a la mañana en humanos) y otro en la fase tardía (equivalente después de -Miaza). Los resultados mostraron que los animales que fueron entrenados después del mosquito tenían menos grasa corporal en comparación con los que lo hicieron por la mañana.
Además, el grupo que ejerció en la fase tardía ha presentado altos niveles de FGF21, una hormona clave en la quema de grasas y la regulación de la sensibilidad a la insulina.
Esto sugiere que el ejercicio en diferentes momentos del día genera diferentes respuestas metabólicas y hormonales, lo que podría influir en cómo el cuerpo procesa y almacena energía.
«La tarea de la actividad física que utilicé fue relativamente baja. Sospechamos que, aumentando la intensidad o la duración del ejercicio, también se verán los efectos en el grupo en la mañana», explicó el profesor Ferrán.
Sin embargo, «es temprano saber si este efecto tendría positivo o no para la salud, a pesar de la obvia reducción de la grasa corporal», dijo Yevheniy Kutsenko, el primer autor del estudio.