La fiscalía en el juicio del crimen de Cristina Romero, la joven que fue brutalmente asesinada de 42 navajazos por su expareja en Parla, ha mantenido la agravante de violencia de género y se ha opuesto a la defensa que argumenta una supuesta ‘mala praxis’ médica en el traslado de la víctima al hospital.
El juicio, que tuvo lugar el 30 de junio de 2022 en un parque de Parla, concluirá con los informes finales de las partes y la última palabra del acusado. La fiscal solicita 25 años de cárcel para el acusado por un delito de asesinato con agravante de género, debido al dominio que ejercía el agresor sobre su expareja, y una atenuante de reparación del daño por haber depositado recientemente 165.000 euros. Además, se ha eliminado la petición de pena por un delito de maltrato en el ámbito familiar al ser menor de edad el procesado en el momento de los hechos.
En su declaración, el acusado admitió que le molestaba que su expareja fuera feliz, especialmente después de sufrir una depresión tras la ruptura. La acusación particular pide 33 años de prisión, mientras que la defensa solicita 14 años por un delito de homicidio, negando que el crimen estuviera premeditado.
La fiscal ha expuesto que no hay dudas sobre la autoría del acusado, basándose en su propia declaración y en los testimonios de testigos presenciales. Se ha opuesto a la argumentación de la defensa sobre una presunta negligencia médica en el tratamiento de la víctima, sosteniendo que la actuación de los sanitarios fue correcta, dado el estado de la víctima al llegar al hospital.
Asimismo, se ha mencionado el informe de los médicos forenses, que confirmaron que la joven murió de muerte cerebral debido a la primera parada cardiorrespiratoria que sufrió durante seis a diez minutos. La fiscal ha destacado las agravantes de alevosía y ensañamiento, señalando que el ataque fue inhumano y causó un sufrimiento innecesario a la víctima.
En cuanto a los hechos juzgados, se ha revelado que la relación entre el acusado y la víctima finalizó en septiembre de 2021, pero el agresor no aceptó la ruptura y continuó merodeando cerca de la vivienda de la joven, además de vigilar sus publicaciones en redes sociales. El trágico desenlace tuvo lugar cuando el acusado esperó a su expareja en un parque y la atacó de manera violenta, causándole múltiples heridas mortales.
El juicio ha sido impactante y ha dejado al descubierto la gravedad de la violencia de género, así como la importancia de la prevención y protección de las víctimas en estos casos.
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