MADRID, 10 de junio. (EDICIONES) –
El paso del tiempo implica el envejecimiento de todas las partes de nuestro cuerpo, incluida la boca. Eso sí, según el Doctor en Medicina y Cirugía, Veterinaria y Odontología, y Presidente de la Sociedad Española de Gerodontología (SEGER), Dr. José María Martínez-González«El proceso de envejecimiento de la boca y de todos sus componentes suele ser lento, cuando no existe ninguna enfermedad, aunque afecta progresivamente a todas sus estructuras».
Entonces, detalla este experto en una entrevista concedida a Europa Press Infosalus que las membranas mucosas que recubren la cavidad bucal se vuelven menos elásticas con el tiempo y tienen menos poder curativo; aparte de que los dientes sufren cambios de color, volviéndose más oscuros mostrando mayores zonas de desgaste, y cierta tendencia a sufrir caries en el cuello de los dientes.
“La mandíbula y la mandíbula pueden verse afectadas por la resorción ósea, lo que también contribuye a la pérdida de soporte de los dientes; la articulación temporomandibular se desgasta y puede sufrir fenómenos degenerativos como la artrosis; Los músculos masticadores pueden perder parte de su masa muscular y fuerza, lo que provoca un aumento de los movimientos de masticación para preparar adecuadamente los alimentos.«, destaca el catedrático de Cirugía de la Facultad de Odontología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
Pero también destaca el hecho de que, con el paso del tiempo, también disminuye la secreción de saliva, lo que, entre otras cosas, Puede provocar una sensación de sequedad en la boca que resulta muy desagradable para las personas.
«Todos estos cambios, inherentes al envejecimiento, pueden verse agravados por una serie de circunstancias, cuya consecuencia será un mayor impacto en el estado de salud bucal. En algunos casos, Este daño puede ser atribuido al propio individuo como consecuencia del descuido del cuidado bucal; En otros casos, la presencia de enfermedades sistémicas propias de la edad, así como los distintos tratamientos farmacológicos, pueden ser la base para que aparezcan determinados cambios con importantes consecuencias en el estado bucal”, subraya este odontólogo.
PRINCIPALES PROBLEMAS QUE APARECEN CON LA EDAD
En este sentido, solicitamos al presidente de la SEGER que detalle los principales problemas que sufren las personas mayores: caries, gingivitis, periodontitis, sequedad de boca y, con menor frecuencia, pero con mayores repercusiones, el cáncer bucal.
«La caries es una consecuencia de la falta de higiene que, junto con el desgaste y la falta de protección de los cuellos de los dientes expuestos, hace que los dientes sean más vulnerables. Todo esto, Junto con la disminución de la saliva, favorece la aparición de caries.«, subraya este experto.
Martínez-González señala, a su vez, que los tejidos que sostienen el diente, Al igual que las encías y el periodonto, pueden verse afectados por la falta de higiene. aunque hay pacientes en los que el componente genético puede jugar un papel importante en su desarrollo: «Las consecuencias son dolor o inflamación, y mal sabor de boca (gingivitis), o la movilidad de los dientes y su posible pérdida por daño». al soporte dental (periodontitis)».
Otro de los grandes problemas que aparecen en estos pacientes, según continúa, es la sensación de sequedad en la boca debido a la disminución de la saliva (xerostomía); en estos casos, El médico indica que la interrelación que tiene con el consumo de determinadas drogas es más que evidente destacando antidepresivos, diuréticos, antihipertensivos y relajantes musculares.
Respecto al cáncer bucal, este odontólogo ve importante su detección temprana: “Al principio puede aparecer como una pequeña lesión que no duele, por lo que es fundamental el examen periódico por parte de un especialista. Ante la presencia de estas lesiones siempre se debe realizar una biopsia.»
UNA IMPORTANCIA IMPORTANTE EN LA CALIDAD DE VIDA DE LOS VÁRNICOS
Sin embargo, el presidente SEGER señala que una buena salud bucal tiene un impacto importante en la calidad de vida de las personas, tanto a nivel funcional como psicológico. De hecho, señala que funcional y médicamente, yExiste evidencia científica suficiente para demostrar la «clara interrelación» de algunas enfermedades bucodentales con otras de afectación más general.
Un claro ejemplo de ello, como se ha dicho, es la periodontitis y su relación con enfermedades como la diabetes o enfermedades degenerativas como el Parkinson o la demencia. «Una buena prevención del desarrollo de esta afección bucal puede ayudar a reducir o retrasar el desarrollo de estas afecciones.«, aclara. También indica que la pérdida de dientes dificulta la masticación adecuada, al tiempo que altera la expresión facial y puede provocar problemas de autoestima en muchos pacientes, lo que en ocasiones conduce al aislamiento social.
CONSEJOS PARA UNA BUENA SALUD BUCAL EN LA EDAD MAYOR
Finalmente, el presidente de la Sociedad Española de Gerodontología (SEGER), dr. José María Martínez-González, advierte de que en España hay varios estudios que demuestran que a medida que aumenta la edad, existe el riesgo de empeorar la higiene bucal especialmente si se suma alguna de las enfermedades mencionadas anteriormente que conllevan deterioro cognitivo.
Por eso el principal consejo que, a su juicio, se debe dar es que la prevención es fundamental, «el mejor tratamiento es una buena prevención» agregando las siguientes pautas:
1.- Acude regularmente al dentista realizar un control bucal; Dependiendo de los cuidados se deberá realizar una vez cada seis meses o una vez al año.
2.- Considerar el riesgo de caries El dentista recomendará la aplicación de barnices de flúor para proteger los dientes susceptibles a esto.
3.- El cepillado debe realizarse siempre después de comer cualquier alimento, ya sean sus propios dientes o dentadura postiza.
4.- Después del cepillado debes enjuagar preferiblemente con enjuague bucal con flúor (prevención de caries), o clorhexidina (prevención de gingivitis y periodontitis).
5.- Es recomendable mantener una dieta equilibrada sin exceso de carbohidratos y beber mucha agua (al menos un litro y medio al día).