Madrid es una ciudad complicada para vivir, pero excepcional para la cultura.

El trabajo del artista Antonio López «Vista de Madrid» vuelve al Museo Arqueológico Nacional (Hombre) como parte de su exposición permanente durante cinco años, gracias al préstamo de BBVA Bank, el propietario de la pintura.

Madrid ya es una ciudad complicada para vivir, pero como razón para pintar es realmente extraordinaria. No es tan artística como Roma, París o Nueva York, pero la cantidad de personas que viven en ella es única y eso me inspira mucho,» explicó López durante la presentación del trabajo, que ya estuvo en las paredes de la Pinacoteca el verano pasado.

Por lo tanto, «La vista de Madrid (el Museo Arqueológico en la calle Serrano)» es una gran pintura creada entre 1961 y 1962, que fue la primera comisión de Vizcay para un «joven» Antonio López, quien retrató la calle Serrano sin saber que la ciudad se convertiría en uno de los temas principales de su obra, como él mismo confesó.

Me parece muy interesante el enfoque de Madrid, ya que la ciudad termina en áreas rurales. Este espacio es fascinante. Ver los límites de la ciudad en su totalidad. He pintado desde Vallecas, pero recientemente he visto Madrid desde Carabancheles, desde un edificio alto que es un hospital. Y si me lo permiten, lo pintaré desde allí», dijo, añadiendo que aunque Madrid «fue pintado un poco», superó sus expectativas.

El trabajo estará disponible para su visualización el martes en la sala 31 de la exposición permanente del museo, en un espacio que conecta el final de la era moderna y contemporánea, culminando con un retrato de Isabel II, con el que López comparte el espacio.

Según López, Madrid se convirtió en uno de sus temas principales después de sus primeros años de carrera, y este lienzo es el segundo panorama urbano del pintor. La pintura muestra la fachada del museo y el jardín de la calle Serrano, revelando en secreto una pareja enamorada besándose bajo un árbol.

En aquel entonces (cuando pintaba la obra) podía hacer esas cosas, ahora el lugar me lo ofrece todo. Pensé que podría agregar algo al lugar, pero ahora no,» detalló López cuando se le preguntó al respecto.

López mencionó que encontró un espacio para pintar en un piso con una terraza en la calle Serrano gracias a un amigo. Las condiciones en las que creó esta obra no fueron fáciles, ya que la pintó en un momento muy frío. –Mi esposa tuvo que hacerme de peregrino, algunos días incluso nevó, pero era joven y tenía mucha energía,» comentó con humor.

Por su parte, la directora de la Pinacoteca, Isabel Izquierdo, celebró el préstamo de la obra, que forma parte de la celebración de una década después de la reforma del museo.

«Para nosotros, como mencionamos anteriormente, esta obra de Antonio tiene un valor documental e histórico muy importante, ya que nos permite ver cómo se configuró el jardín del museo hace 65 años, la fachada de la institución, la entrada en ese momento que posteriormente se modificó… Es como un regalo para nuestros visitantes,» expresó.

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