Plan International está respondiendo a la emergencia provocada por los dos potentes tifones que han azotado Filipinas en menos de una semana, obligando a miles de personas a abandonar sus hogares y poniendo énfasis en apoyar a los niños, niñas y familias afectadas por esta devastación.
El supertifón ‘Fung-Wong’ tocó tierra en la costa este de Filipinas el 9 de noviembre, con vientos de hasta 215 kilómetros por hora y lluvias torrenciales, causando graves inundaciones, cortes de electricidad y deslizamientos de tierra mortales en varias provincias. Esto ha llevado a decenas de miles de familias a huir, dejando sumergidas las aldeas cercanas a la costa.
Las autoridades locales y organizaciones humanitarias están trabajando arduamente para llegar a las zonas afectadas, pero los caminos bloqueados y la falta de comunicaciones dificultan gravemente las operaciones de rescate, dejando a muchas comunidades aisladas.
Este desastre llega apenas unos días después del paso del tifón ‘Kalmaegi’, que causó casi 200 muertes y destruyó miles de viviendas en la región central de Visayas. Pueblos enteros quedaron arrasados, cultivos devastados y la infraestructura esencial inutilizada. ‘Kalmaegi’ también afectó al norte de Vietnam, causando más víctimas mortales.
Mary Ann, residente de Southern Leyte, una de las provincias más golpeadas por ‘Kalmaegi’, agradece haber evacuado a tiempo, temiendo no tener un lugar al que regresar ni los materiales para reconstruir su casa, especialmente con un bebé de cinco meses.
Stefano Fino, director de Acción Humanitaria de Plan International en España, destaca que aunque el supertifón se ha debilitado, sigue siendo una amenaza para la población filipina, afectada por lluvias torrenciales, inundaciones y vientos que han obligado a abandonar sus hogares. Es crucial responder de inmediato a la emergencia y continuar con la labor de prevención de desastres.
Filipinas experimenta en promedio 20 ciclones tropicales al año y es uno de los países más propensos a desastres climáticos. Los expertos consultados por Plan International advierten que estas tormentas serán más frecuentes y violentas debido a la crisis climática global. La ONG trabaja en Filipinas desde 1961.
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