La administración Trump ha reducido las medidas agresivas contra China y ha revertido su posición sobre los controles tecnológicos mientras el presidente se prepara para un viaje a China más adelante este año.
El presidente Trump ha adoptado un enfoque más conciliador hacia China en los últimos meses, en un intento por mejorar las relaciones bilaterales. Esto ha llevado a un cambio en la postura de la administración hacia China en términos de medidas agresivas y controles tecnológicos.
La reducción de las medidas agresivas contra China ha sido bien recibida por algunos sectores de la sociedad, que ven en esta nueva postura una oportunidad para mejorar las relaciones comerciales y diplomáticas entre ambos países. Sin embargo, otros críticos han expresado su preocupación por la falta de firmeza en la política exterior de la administración en relación con China.
La reversión de la posición sobre los controles tecnológicos también ha generado debate en la opinión pública. Algunos creen que esta medida es necesaria para fomentar la cooperación tecnológica entre Estados Unidos y China, mientras que otros temen que pueda comprometer la seguridad nacional y la propiedad intelectual del país.
El presidente Trump ha expresado su interés en realizar un viaje a China más adelante este año, lo que ha sido interpretado como un gesto de buena voluntad hacia el gobierno chino. Se espera que durante este viaje se aborden temas de interés mutuo y se busquen soluciones a las diferencias existentes entre ambos países.
En resumen, la administración Trump ha tomado un enfoque más conciliador hacia China en los últimos meses, reduciendo las medidas agresivas y revirtiendo su posición sobre los controles tecnológicos. El viaje del presidente a China más adelante este año podría marcar un punto de inflexión en las relaciones bilaterales y abrir nuevas oportunidades de cooperación entre ambos países.
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