
El sector farmacéutico europeo y español se encuentra en una encrucijada debido a un posible aumento de costes, un riesgo de desabastecimiento y cambios en las inversiones tras un acuerdo entre Bruselas y Estados Unidos. Estas medidas podrían generar un sobrecoste anual de entre 11.200 y 16.400 millones de euros para la industria europea, lo que afectaría el acceso de los pacientes a tratamientos innovadores.
La imposición arancelaria por parte de Estados Unidos ha generado incertidumbre en el sector, con amenazas de aumentar los impuestos hasta un 100% si las empresas no establecen producción local en el país. Algunas compañías farmacéuticas ya han tomado medidas al respecto, como la compra de plantas en Arizona y acuerdos para reducir precios de medicamentos.
A pesar de los riesgos, existen oportunidades para redefinir la posición europea y española en el sector farmacéutico. Se menciona la posibilidad de reindustrialización en toda Europa, fortalecimiento de la autonomía estratégica en la producción de medicamentos, atracción de inversiones en I+D y ensayos clínicos, y avances hacia una política común de precios y acceso a nivel continental.
En el caso concreto de España, se destaca su expansión en el sector farmacéutico y su orientación internacional, con exportaciones a Estados Unidos por valor de 1.095 millones de euros en 2024. Sin embargo, la imposición arancelaria podría afectar la cuota de mercado y tener repercusiones en el empleo.
El informe subraya la necesidad de marcos legislativos que ofrezcan incentivos reales para que la industria farmacéutica siga innovando y llegando efectivamente a los pacientes. Se alerta sobre la presión que las políticas arancelarias estadounidenses pueden ejercer en el tejido productivo europeo, con el riesgo de limitar el acceso de los pacientes a tratamientos y medicamentos innovadores.
En resumen, se plantea la importancia de que los gobiernos europeos asuman su responsabilidad y creen un marco de incentivos y apoyo a la inversión que permita a la industria competir en igualdad de condiciones con Estados Unidos. De lo contrario, el sector farmacéutico europeo podría enfrentar desafíos significativos que afectarían tanto a las empresas como a los pacientes.
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