
Los conjugados anticuerpo-fármaco (ADC) se perfilan como el nuevo estándar de tratamiento en primera línea para el cáncer de mama triple negativo metastásico, según los resultados del ensayo clínico internacional ‘Ascent-03’. Este estudio, liderado por investigadores del International Breast Cancer Center (IBCC)-Pangaea Oncology (Barcelona) y el IOB Institute of Oncology Madrid, demostró que los ADC actúan como un ‘caballo de Troya’, llevando la quimioterapia directamente a las células tumorales y destruyéndolas de manera selectiva.
En el estudio participaron 558 pacientes con cáncer de mama triple negativo no tratadas previamente, divididas en dos grupos: unas recibieron el ADC sacituzumab govitecán y otras el régimen de quimioterapia convencional. Los resultados mostraron que las pacientes tratadas con sacituzumab govitecán tuvieron una supervivencia libre de progresión de 9,7 meses, en comparación con los 6,9 meses del grupo de quimioterapia. Además, la tasa de respuesta objetiva y la duración de la respuesta fueron significativamente mayores en el grupo tratado con ADC.
El director del IBCC-Pangaea Oncology, Javier Cortés, destacó que el estudio representa un avance importante en el tratamiento del cáncer de mama triple negativo metastásico, ofreciendo a las pacientes una nueva opción terapéutica para mejorar su pronóstico. Cortés enfatizó la importancia de los ADC como primera línea de tratamiento en todos los tipos de tumores de mama metastásicos, y señaló la posibilidad de combinar los ADC con otros fármacos, como la inmunoterapia, para mejorar aún más los resultados.
Estos resultados abren la puerta a futuras investigaciones sobre la eficacia de los ADC en otros tipos de cáncer triple negativo, así como en el cáncer de mama temprano triple negativo, con el objetivo de ampliar las opciones de tratamiento y lograr mejores tasas de curación para los pacientes afectados.
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