«Sin embargo, la clave está en la elección de los ingredientes, las porciones, y la frecuencia con la que se consumen este tipo de comidas», sostiene.
POR QUÉ PUEDE SER CONTRAPRODUCENTE
Así, la también doctora en Nutrición y Ciencias de los Alimentos subraya que el método de cocción a la brasa o la parrilla presenta riesgos nutricionales para la salud, dado que el cocinado durante una barbacoa puede conllevar ciertos riesgos si no se realiza adecuadamente.
Dice que al exponer los alimentos directamente a altas temperaturas, al contacto del humo durante la combustión del carbón, o durante el contacto con la llama, se pueden generar compuestos tóxicos como las aminas heterocíclicas (AHC) y los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP); y ambos asegura que pueden provocar efectos irritantes por contacto en la piel y en los ojos, o bien fallos respiratorios cuando se inhalan.
«Además, pueden provocar un mayor riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, especialmente si se convierte en una práctica frecuente, o si no se toman ciertas precauciones. Por eso, técnicas como cocinar sobre brasas y no sobre llamas, marinar, y evitar que los alimentos se quemen, ayudan a reducir significativamente su formación», argumenta esta experta en Nutrición de Hospiten.
En sentido, Visiedo ahonda sobre la idea de que cuando los alimentos, especialmente los ricos en proteínas y grasas (como las carnes), se carbonizan o se exponen a temperaturas muy elevadas, se generan aminas heterocíclicas (AHC) y hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP). «Según la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) estas sustancias han mostrado propiedades carcinogénicas, presentando un mayor riesgo para la salud los Benzo[a]pirenos, un tipo de HAP, siendo clasificados en el grupo 1 (carcinógeno comprobado)», advierte.
Es por ello por lo que sostiene que el consumo habitual de alimentos quemados puede asociarse a un aumento del riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, especialmente cáncer de colon, de estómago, y de páncreas.
CLAVES PARA UNA BARBACOA
Aquí avisa de que las carnes rojas y procesadas (salchichas, chorizo, hamburguesas industriales) están más asociadas con la formación de compuestos tóxicos al cocinarse a la brasa, especialmente si tienen un alto contenido graso. «Es preferible optar por carnes magras, como el pollo o el pavo sin piel, y también por pescados, que se cocinan más rápido y generan menos compuestos nocivos. Además, incluir vegetales a la parrilla (como pimientos, calabacines, berenjenas, o espárragos) aporta fibra, antioxidantes, y variedad al menú, sin riesgo de generar compuestos tóxicos», remarca esta dietista-nutricionista.
Igualmente, apunta que el marinado es una «estrategia efectiva» para reducir la formación de AHC y HAP: «Marinar carnes o pescados con ingredientes antioxidantes, como zumo de limón, vinagre, ajo, cebolla, hierbas frescas y especias (romero, tomillo, orégano, cúrcuma), puede disminuir significativamente la generación de compuestos tóxicos. Además, mejora el sabor sin necesidad de añadir sal o salsas ultraprocesadas».
CONSEJOS PRÁCTICOS PARA UNA BARBACOA SALUDABLE
Con todo ello, la doctora en Nutrición y Ciencias de los Alimentos Lucía Visiedo apuesta por no dejar de lado las barbacoas en verano, puesto que «forman parte de nuestra cultura gastronómica y social», al mismo tiempo que representan momentos de disfrute al aire libre, de reunión familiar, y de buena comida.
«Si bien es cierto que la combustión del carbón y la formación de humo y determinados tipos de alimentos pueden generar compuestos potencialmente perjudiciales para la salud. Eso no significa que haya que renunciar a ellas, la clave está en la moderación y en aplicar algunos consejos prácticos que reducen significativamente los riesgos», asevera esta experta, entre los que cita:
1. Elige bien los ingredientes: Prioriza carnes magras, pescados y vegetales; limita carnes procesadas como chorizo, panceta, o salchichas.
2. Evita las llamas directas: Cocina sobre brasas, no sobre llamas vivas, para reducir la carbonización y reducir la exposición al humo.
3. No sobrecocines ni quemes los alimentos: Retira las partes negras o quemadas.
4. Utiliza marinados antioxidantes: Ayudan a reducir sustancias tóxicas y mejoran el perfil nutricional.
5. Acompaña con guarniciones saludables: Ensaladas frescas, vegetales a la parrilla, legumbres, o pan integral.
6. Modera el consumo de alcohol y salsas industriales: Pueden aumentar la carga calórica y de aditivos.
«However, the key lies in the choice of ingredients, portions, and the frequency with which this type of food is consumed,» she says.
WHY IT CAN BE COUNTERPRODUCTIVE
Thus, the also doctor in Nutrition and Food Sciences emphasizes that the grilling or barbecue cooking method presents nutritional risks to health, as cooking during a barbecue can entail certain risks if not done properly.
She says that exposing food directly to high temperatures, contact with smoke during charcoal combustion, or contact with flames, can generate toxic compounds such as heterocyclic amines (HCAs) and polycyclic aromatic hydrocarbons (PAHs); and both can cause irritating effects on the skin and eyes, or respiratory failure when inhaled.
«Furthermore, it can lead to a higher risk of certain types of cancer, especially if it becomes a frequent practice, or if certain precautions are not taken. Therefore, techniques such as cooking over coals and not over flames, marinating, and avoiding food from burning, help significantly reduce their formation,» argues this nutrition expert from Hospiten.
In this regard, Visiedo delves into the idea that when foods, especially those rich in proteins and fats (such as meats), are charred or exposed to very high temperatures, heterocyclic amines (HCAs) and polycyclic aromatic hydrocarbons (PAHs) are formed. «According to the International Agency for Research on Cancer (IARC), these substances have shown carcinogenic properties, with benzo[a]pyrenes, a type of PAH, being classified in group 1 (proven carcinogen),» she warns.
Therefore, she maintains that regular consumption of charred foods may be associated with an increased risk of developing chronic diseases, especially colon, stomach, and pancreatic cancer.
KEYS TO A BARBECUE
Here she warns that red and processed meats (sausages, chorizo, industrial burgers) are more associated with the formation of toxic compounds when grilled, especially if they have a high fat content. «It is preferable to opt for lean meats, such as skinless chicken or turkey, and also for fish, which cook faster and generate fewer harmful compounds. In addition, including grilled vegetables (such as peppers, zucchini, eggplant, or asparagus) provides fiber, antioxidants, and variety to the menu, without the risk of generating toxic compounds,» emphasizes this dietitian-nutritionist.
Similarly, she points out that marinating is an «effective strategy» to reduce the formation of HCAs and PAHs: «Marinating meats or fish with antioxidant ingredients, such as lemon juice, vinegar, garlic, onion, fresh herbs, and spices (rosemary, thyme, oregano, turmeric), can significantly reduce the generation of toxic compounds. Additionally, it improves the flavor without the need to add salt or ultra-processed sauces.»
PRACTICAL TIPS FOR A HEALTHY BBQ
With all this, the doctor in Nutrition and Food Sciences, Lucia Visiedo, advocates not giving up barbecues in the summer, as they «are part of our gastronomic and social culture,» while also representing moments of enjoyment outdoors, family gatherings, and good food.
«While it is true that charcoal combustion and the formation of smoke and certain types of foods can generate potentially harmful compounds for health. That does not mean that they should be avoided, the key is in moderation and in applying some practical tips that significantly reduce risks,» asserts this expert, among which she cites:
1. Choose ingredients wisely: Prioritize lean meats, fish, and vegetables; limit processed meats such as chorizo, bacon, or sausages.
2. Avoid direct flames: Cook over coals, not over live flames, to reduce charring and reduce smoke exposure.
3. Do not overcook or burn food: Remove black or burnt parts.
4. Use antioxidant marinades: They help reduce toxic substances and improve the nutritional profile.
5. Accompany with healthy side dishes: Fresh salads, grilled vegetables, legumes, or whole grain bread.
6. Moderate alcohol and industrial sauces consumption: They can increase caloric and additive load.
. Sin embargo, según la doctora en Nutrición y Ciencias de los Alimentos, la clave está en la elección de los ingredientes, las porciones y la frecuencia con la que se consumen este tipo de comidas.
La experta también destaca que el método de cocción a la brasa o la parrilla puede presentar riesgos nutricionales para la salud si no se realiza adecuadamente. Al exponer los alimentos directamente a altas temperaturas, al contacto del humo durante la combustión del carbón, o durante el contacto con la llama, se pueden generar compuestos tóxicos como las aminas heterocíclicas (AHC) y los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), los cuales pueden tener efectos irritantes en la piel, los ojos y causar fallos respiratorios.
Además, estos compuestos pueden aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer, especialmente si se convierte en una práctica frecuente. Por lo tanto, técnicas como cocinar sobre brasas en lugar de sobre llamas, marinar los alimentos y evitar que se quemen pueden ayudar a reducir significativamente la formación de estos compuestos tóxicos.
La experta en Nutrición de Hospiten advierte que el consumo habitual de alimentos quemados puede aumentar el riesgo de enfermedades crónicas, especialmente cáncer de colon, estómago y páncreas.
La recomendación es optar por carnes magras, como el pollo o el pavo sin piel, y por pescados, en lugar de carnes rojas y procesadas, al cocinar a la brasa. Incluir vegetales a la parrilla también es una buena opción, ya que aportan fibra, antioxidantes y variedad al menú sin riesgo de generar compuestos tóxicos.
El marinado con ingredientes antioxidantes como el zumo de limón, vinagre, ajo, cebolla, hierbas frescas y especias puede reducir la formación de compuestos tóxicos y mejorar el sabor de los alimentos sin necesidad de añadir sal o salsas ultraprocesadas.
A pesar de los riesgos, la experta en Nutrición y Ciencias de los Alimentos, Lucía Visiedo, sugiere no renunciar a las barbacoas en verano, ya que forman parte de nuestra cultura gastronómica y social. La clave está en la moderación y en seguir consejos prácticos para reducir los riesgos, como elegir bien los ingredientes, cocinar sobre brasas en lugar de llamas vivas, evitar sobrecocinar o quemar los alimentos, utilizar marinados antioxidantes, acompañar con guarniciones saludables y moderar el consumo de alcohol y salsas industriales. Please rewrite this sentence.
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