
La tularemia, una enfermedad causada por la bacteria Francisella tularensis y transmitida principalmente por roedores silvestres, ha generado preocupación en la comunidad de Navarra. En lo que va del año 2025, se han notificado más de 60 casos en España, siendo los valles de Ultzama, Larraun e Iza los más afectados.
La transmisión de la tularemia a los humanos puede ocurrir por contacto con roedores infectados, cangrejos de río o picaduras de garrapatas. Además, la inhalación de polvo contaminado por roedores o al manipular sus cadáveres también puede ser una vía de contagio. Aunque no se ha reportado transmisión de persona a persona, es importante tener precaución ante posibles exposiciones.
Los síntomas de la tularemia pueden variar, pero comúnmente incluyen fiebre, adenopatías locales, úlceras en piel o mucosas, conjuntivitis, neumonía o sepsis. El diagnóstico se realiza a través de cultivos y/o PCR de muestras, así como por serología. Por suerte, la enfermedad puede ser tratada con antibióticos adecuados.
Ante esta situación, el Instituto de Salud Pública de Navarra ha emitido una serie de recomendaciones preventivas dirigidas a cazadores, pescadores, agricultores, excursionistas y cualquier persona que frecuente áreas rurales. Estas recomendaciones incluyen evitar el contacto con roedores muertos o enfermos, utilizar guantes y mascarillas al manipular animales, protegerse de picaduras de insectos y garrapatas, y cocinar adecuadamente la carne de animales de caza.
Es fundamental estar alerta ante cualquier síntoma sospechoso después de una posible exposición y acudir al médico en caso de presentar fiebre, hinchazón de ganglios, úlceras cutáneas u otros signos de enfermedad. La prevención y la pronta atención médica son clave para evitar complicaciones derivadas de la tularemia.
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