
Su desequilibrio puede provocar desde calambres y fatiga hasta confusión mental o incluso complicaciones graves. ¿Sabías que una hidratación mal gestionada puede ser tan peligrosa como no beber? En este artículo, te explicaremos de forma clara y con la ayuda del presidente de la Sociedad Española de Medicina del Deporte (SEMED), Miguel del Valle Soto, qué son los electrolitos, por qué son tan importantes, y cómo reponerlos correctamente.
Según detalla el experto, los electrolitos son minerales que llevan una carga eléctrica positiva o negativa y están presentes en las células, en la sangre y en otros líquidos corporales. Son esenciales para el funcionamiento básico de la vida, ya que se encargan de mantener el equilibrio hidroelectrolítico, el pH sanguíneo, la termorregulación, y el funcionamiento del corazón, así como de los músculos y los nervios. Colaboran en la hidratación del organismo y provienen de los alimentos y los líquidos.
La pérdida de electrolitos puede afectar al rendimiento deportivo y a la función corporal general. Entre las señales de alarma a tener en cuenta ante un desequilibrio electrolítico se encuentran los calambres, la debilidad muscular, la fatiga, las náuseas, los vómitos, las arritmias y la confusión. Es importante destacar que las poblaciones más vulnerables a la hora de perder electrolitos a través del sudor son los ancianos, los niños y las personas con enfermedades crónicas y/o en tratamiento.
Los electrolitos más importantes son el sodio (Na +) y el potasio (K+). Sus pérdidas son las que más alteraciones pueden provocar por la sudoración. El sodio tiene mayor concentración en el líquido extracelular, mientras que el potasio es el electrolito de mayor concentración en el líquido intracelular. Ambos controlan la cantidad de agua corporal y su distribución entre el medio intra y extracelular, además de intervenir en la activación de los sistemas enzimáticos y en la excitabilidad neuromuscular.
En el contexto de los días de verano en los que sudamos más, es importante tener en cuenta la reposición de agua y de electrolitos. Esta reposición debe realizarse principalmente a través de agua, o en ciertos casos, por medio de bebidas deportivas u otras bebidas específicas, para evitar la deshidratación y sus efectos negativos en el sistema cardiovascular, metabólico, endocrino y excretor. Los electrolitos más comprometidos por la sudoración y el ejercicio físico son el sodio y el potasio.
Para evitar la deshidratación, es crucial incorporar electrolitos tanto durante como después del ejercicio. Las bebidas deportivas son una opción para hidratar y prevenir la deshidratación durante la actividad física, proporcionando los electrolitos que necesitamos reponer, principalmente sodio y cloro.
Además, las pérdidas de electrolitos también se pueden reponer a través de alimentos ricos en determinados minerales, como frutos secos, melón, plátanos, naranjas, aguacates, espinacas, sal, tomates, entre otros. Estos alimentos son una buena fuente de sodio, potasio y magnesio, entre otros minerales esenciales.
En cuanto a la hipersudoración, un nivel alto o bajo de electrolitos puede alterar las funciones corporales normales y provocar complicaciones potencialmente mortales. Es importante mantener un equilibrio adecuado en la reposición de electrolitos y la hidratación para evitar problemas como la hiponatremia, que puede ocurrir por una hidratación inadecuada. Por lo tanto, es fundamental prestar atención a nuestra hidratación y reposición de electrolitos, especialmente en situaciones de alta sudoración y actividad física intensa.
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