El 79% de personas con movilidad reducida enfrenta barreras arquitectónicas al socializar.

Un 79% de las personas con movilidad reducida se ha sentido obligada a renunciar a planes con sus amistades debido a la existencia de barreras arquitectónicas en el entorno, según el estudio ‘Sumando Voces’, impulsado por la Fundación Mutua de Propietarios con la colaboración de COCEMFE.

El estudio, con una muestra de 505 personas, revela que un 74% de las personas con movilidad reducida también han tenido que renunciar a planes en el ámbito de la familia, un 49% en el entorno del trabajo y un 54% en el marco de los estudios.

“La falta de accesibilidad sigue siendo una losa diaria para millones de personas con movilidad reducida, quienes nos vemos en la obligación de renunciar a aspectos fundamentales como quedar con amigos, salir a pasear, visitar a la familia, estudiar o trabajar”, ha asegurado el presidente de COCEMFE, Anxo Queiruga.

La mayoría de los encuestados valora su grado de independencia personal entre 5 y 8, situándose la media en 5,48, y «solo» un 8% se considera completamente autónomo en su día a día.

Además, siete de cada diez personas dicen tropezar a diario con barreras arquitectónicas, una situación que dificulta la movilidad física y afecta directamente a la vida social y el ocio, los ámbitos más perjudicados, según un 60% y un 58% de los encuestados, seguidos de las actividades domésticas (47%) y deportivas (38%).

En concreto, las mujeres declaran una experiencia aún más negativa que los hombres y el sentimiento predominante al encontrarse en un entorno no accesible es la frustración (32%), seguido de la impotencia (27%). Además, las mujeres presentan de nuevo niveles más altos de frustración –35% frente a 28% en hombres– y tristeza –10% frente a 6%–.

Por el contrario, un 14% de las personas con movilidad reducida se sienten motivadas para buscar soluciones y otro 14% declara sentirse enojado.

“La verdadera barrera no siempre es física: es necesaria una mayor empatía, apoyo y voluntad social», ha afirmado la directora de la Fundación Mutua de Propietarios, Cristina Pallàs.

El estudio también revela que el 69% de las personas con movilidad reducida busca ayuda en la familia con la que convive para afrontar los retos del día a día, seguida de los amigos (41%); familiares con los que no convive (24%); personal externo (17%) y vecinos (15%). La Administración pública (5%) y el voluntariado (3%) son opciones minoritarias y un 9% afirma no contar con apoyos.

Para el presidente de COCEMFE, “la mejora de los entornos físicos debe ir acompañada de políticas eficaces, recursos suficientes y una escucha activa a las personas con discapacidad y las organizaciones que las representamos”.

“A pesar de los avances normativos, la mayoría de las personas con movilidad reducida sigue enfrentándose habitualmente a obstáculos en su entorno que afectan especialmente a su vida social, el ocio y las tareas domésticas, limitando su autonomía e impactando directamente en su bienestar”, ha afirmado la directora de la Fundación Mutua de Propietarios, Cristina Pallàs.

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