
Este estudio pionero ha explorado la relación entre el momento y la cantidad de parejas sexuales previas en la psicología del apareamiento humano, ofreciendo una nueva perspectiva sobre cómo percibimos el historial sexual de nuestras potenciales parejas.
Más de 5.000 participantes de 11 países de todo el mundo fueron encuestados, revelando que las personas tienden a ser reticentes a comprometerse con alguien que ha tenido muchas parejas sexuales en el pasado. Sin embargo, este rechazo disminuye si esas experiencias sexuales han sido menos frecuentes con el tiempo, lo que sugiere un cambio hacia relaciones más estables y menos orientadas al sexo casual.
El historial sexual se utiliza como una señal para evaluar el riesgo en una relación, ya que conocer la cantidad de parejas anteriores puede ayudar a prevenir riesgos como las infecciones de transmisión sexual, la infidelidad o la inestabilidad emocional. Los participantes evaluaron su disposición a entablar una relación seria según el momento en que se dieron los encuentros sexuales previos, mostrando una clara influencia en sus percepciones.
El estudio, publicado en ‘Scientific Reports’, reveló que no existen dobles estándares sexuales significativos entre hombres y mujeres en cuanto a la evaluación del historial sexual de sus parejas. Además, se encontró que aquellos más abiertos a las relaciones casuales mostraban menos preocupación por el historial sexual de sus parejas, aunque seguían demostrando cierta sensibilidad al respecto.
Estos resultados desafían la idea de que las mujeres son juzgadas con mayor severidad por su pasado sexual que los hombres, y sugieren que las actitudes hacia el historial sexual de una persona pueden ser más indulgentes de lo que se cree. En lugar de centrarse únicamente en el número de parejas anteriores, se destaca la importancia de considerar el contexto, la evolución temporal y las razones detrás de esas experiencias.
En resumen, este estudio no solo arroja luz sobre la psicología sexual humana a nivel global, sino que también ofrece una perspectiva más matizada que puede contribuir a combatir los juicios misóginos y simplistas sobre el historial sexual de las personas en línea. La clave está en analizar no solo el «quién» y el «qué», sino también el «cómo», el «por qué» y el «cuándo» de las experiencias sexuales previas.
FUENTE