
El Ministerio de Igualdad ha lanzado la campaña ‘Porno. Por no hablar’ para abordar los efectos de la pornografía en menores y destacar la falta de educación afectivo-sexual en las comunidades autónomas. La ministra Ana Redondo ha subrayado la importancia de debatir abiertamente sobre el impacto de la pornografía en la educación sexual de los jóvenes españoles, señalando que esta puede ser «violenta» y «machista».
Según Redondo, la falta de formación afectivo-sexual en muchos centros educativos, junto con la búsqueda de contenidos pornográficos cada vez más violentos y dominantes, está influyendo en la percepción de las relaciones afectivas y sexuales de los jóvenes. La ministra advierte que la pornografía puede convertirse en una «maestra» para los jóvenes, moldeando sus actitudes y comportamientos.
La campaña, que se difundirá en diferentes medios, incluye anuncios que muestran cómo el consumo de pornografía puede normalizar comportamientos violentos y generar frustración y complejos en los jóvenes. Datos proporcionados por el Ministerio indican que el primer contacto con la pornografía suele ocurrir entre los 8 y 10 años, de forma involuntaria en un 60% de los casos.
Redondo también ha destacado la necesidad de proteger a los menores en entornos digitales y de dificultar su acceso a contenidos pornográficos. La ministra enfatiza la importancia de abrir el diálogo y el debate sobre la pornografía y el sexo, rompiendo tabúes y promoviendo una educación sexual adecuada para el desarrollo sano de los jóvenes.
En este contexto, se plantea la necesidad de abordar el aumento de violaciones y agresiones sexuales en grupo, sugiriendo una posible relación con el consumo de pornografía. Redondo insta a reflexionar sobre la influencia de la pornografía en la sociedad actual y en la formación de las generaciones más jóvenes.
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