
El Gobierno de la República Democrática del Congo ha declarado un brote de ébola en las localidades de Bulape y Mweka, luego de que se confirmaran casos positivos mediante análisis de laboratorio en el Instituto Nacional de Investigación Biomédica de Kinshasa. Este virus ha causado síntomas como fiebre, vómitos, diarrea y hemorragia en la población afectada.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha desplegado un Equipo Nacional de Respuesta Rápida en la provincia de Kasai, integrado por expertos en epidemiología, prevención y control de infecciones, laboratorio y gestión de casos. Su objetivo es fortalecer la vigilancia, el tratamiento y la prevención de infecciones en los centros de salud, así como brindar apoyo a las comunidades para protegerse del virus.
Se han reportado víctimas mortales entre el personal de salud, incluyendo dos enfermeras y un técnico de laboratorio. Las autoridades han asegurado contar con una reserva de tratamientos y 2.000 dosis de la vacuna contra el ébola, las cuales serán trasladadas a la zona afectada. Además, se ha solicitado un mayor suministro de vacunas para hacer frente a la situación.
Este brote de ébola en la República Democrática del Congo es un recordatorio de la vulnerabilidad de las comunidades africanas ante enfermedades infecciosas. Se enfatiza la importancia de contar con sistemas de preparación sólidos, una detección rápida y una respuesta coordinada para salvar vidas. Desde 1976, el país ha enfrentado 15 brotes de ébola, siendo el más mortal el ocurrido entre 2018 y 2020, con miles de casos y muertes.
La provincia de Kasai, donde se ha declarado este brote, ha experimentado episodios anteriores de ébola en 2007 y 2008, siendo el más letal el de 2007 con cientos de casos y fallecimientos. Las autoridades sanitarias trabajan en reforzar la vigilancia, garantizar la prevención y control de la enfermedad, brindar apoyo médico y logístico, y mejorar la comunicación de riesgos para combatir la desinformación en la comunidad.
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