La Puerta de Alcalá o el Oso y el Madroño son símbolos emblemáticos de Madrid, pero si hay una infraestructura que ha marcado la vida en la ciudad es la M-30. Esta autovía ha sido protagonista en anuncios, películas y en la vida diaria de los madrileños.
La M-30, con sus túneles y tramos a cielo abierto, es una de las infraestructuras de movilidad urbana más importantes de España. Con 32 kilómetros de extensión, es la red de túneles de carreteras urbanas más extensa de Europa y la segunda más grande del mundo, después de Japón.
En 2026, la empresa que gestiona la M-30 cumplirá 22 años y pasará a ser totalmente municipalizada. Esta decisión, tomada por el Ayuntamiento de Madrid, se basa en la eficiencia y sostenibilidad del servicio, con un ahorro estimado de más de mil millones de euros entre 2026 y 2040.
El cambio de modelo de gestión de la M-30 fue aprobado recientemente, con el apoyo de varios partidos políticos. Se busca mantener el nivel de excelencia en el servicio, adaptándose a los nuevos marcos normativos y económicos.
La M-30 ha sido testigo de importantes hitos, como la construcción de los túneles por las tuneladoras Tizona y Dulcinea entre 2005 y 2007. Además, es la vía más transitada de España, con 375 millones de desplazamientos y 487,5 millones de usuarios en el año 2024.
La historia de la M-30 se remonta a 1974, cuando se inauguraron los primeros tramos del tercer cinturón de la ciudad. Desde entonces, ha sido un elemento clave en la movilidad de Madrid, conectando barrios y facilitando el tráfico en la ciudad.
La decisión de municipalizar la gestión de la M-30 responde a la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos y garantizar la eficiencia en la prestación de servicios públicos. Con este cambio, se espera seguir manteniendo la excelencia en el servicio y asegurar un futuro sostenible para la infraestructura.
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