¿Por qué algunos bebedores desarrollan enfermedad hepática avanzada?

El estudio, publicado en «Gastroenterología Clínica y Hepatología», se centró en investigar factores de riesgo cardiometabólico, es decir, diabetes, presión arterial alta, obesidad, triglicéridos y colesterol, propenso al hígado para sufrir daños al alcohol.

Para hacer esto, analizó los datos en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, que incluye información de más de 40,000 participantes en los Estados Unidos y analiza la relación entre el consumo excesivo de alcohol, los factores de riesgo cardiometabólicos individuales e incidencia significativa de fibrosis.

Este estudio consideró el consumo excesivo de alcohol, como 1.5 bebidas por día para mujeres (20 gramos) y dos bebidas por día para hombres (30 gramos).

Por lo tanto, reveló que los bebedores invertidos que tenían diabetes o circunferencia de cintura alta tenían 2.4 veces más probabilidades de desarrollar una enfermedad hepática avanzada y aquellos con hipertensión, 1.8 veces más probable.

También descubrió que los otros dos factores de riesgo cardiometabólico analizados, los altos niveles de triglicéridos y los bajos niveles de colesterol HDL tenían correlaciones menos significativas con la enfermedad hepática.

El trabajo no se profundizó debido a estos tres factores de riesgo cardiometabólico son más peligrosos para el hígado, pero el principal investigador Brian P. Lee sugirió que se deben a los tres que comparten un camino común hacia la acumulación de grasa en el hígado que, cuando se combina con Gras adicionales en el hígado debido al exceso de alcohol, puede causar daños significativos.

Además, Lee ha matizado que las conclusiones del estudio no implican que el consumo de grandes cantidades de alcohol sea seguro para aquellos que no presentan estos tres riesgos cardíacos. «Sabemos que el alcohol es tóxico para el hígado y todos los bebedores aprendidos corren el riesgo de ser una enfermedad hepática avanzada», dijo.

En este sentido, el investigador confía en que las conclusiones alientan a las personas a tener en cuenta su perfil de salud y riesgo al tomar decisiones sobre el consumo de alcohol. También enfatizó que los profesionales deberían proporcionar exámenes e intervenciones más personalizados a quienes beben y tienen factores de riesgo cardiometabólico, para detectar el daño hepático.

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