Un estudio realizado por el Instituto de Investigación del Hospital del Mar de Barcelona y el Instituto Catalán de Oncología-ICO en L’Hospitalet de Llobregat ha desarrollado una herramienta para medir la calidad de las grasas en la dieta y su relación con el riesgo de sufrir un ictus isquémico.
Los resultados de la investigación, publicados en la revista ‘European Stroke Journal’, revelan que la presencia de ciertos tipos de grasas en la sangre puede influir en la probabilidad de padecer un accidente cerebrovascular. Se identificaron 9 tipos de grasas en función de la dieta, siendo 6 de ellos considerados saludables y provenientes de alimentos como frutos secos, aceites de semillas, pescado azul y lácteos, mientras que los otros 3 están asociados a alimentos ultraprocesados, azúcares y alcohol, que pueden tener efectos negativos en el organismo.
Los investigadores utilizaron datos de la cohorte EPIC para analizar la relación entre estas grasas y el riesgo de ictus isquémico. Se seleccionaron 438 personas que habían sufrido este tipo de accidente cerebrovascular y se compararon con otros 438 participantes similares que no lo habían experimentado. Los resultados mostraron que aquellos con una mayor presencia de grasas saludables en sangre tenían un riesgo un 14% menor de sufrir un ictus isquémico.
Además, se validaron los resultados en una segunda cohorte de la Framingham Offspring Study en Estados Unidos, donde se confirmó la eficacia de la herramienta desarrollada en diferentes poblaciones. La investigadora Iolanda Lázaro del Grupo de Investigación en Riesgo Cardiovascular y Nutrición concluyó que una dieta equilibrada, con menos grasas negativas y más grasas positivas, puede reducir el riesgo de ictus isquémico.
Este estudio, financiado por La Marató de TV3 en 2016, ha contribuido a avanzar en la comprensión de la relación entre la calidad de las grasas en la dieta y el riesgo de sufrir un ictus isquémico.
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