Este informe, basado en entrevistas a más de 23.000 adultos de varios países, incluyendo 1.000 de España, revela que la salud mental es el problema que más preocupa a la población española, superando incluso al cáncer. Además, se observan diferencias por género y edad, siendo las mujeres y los jóvenes los más preocupados por la salud mental.
El estudio también muestra un aumento en la preocupación por el bienestar mental en los últimos años, especialmente impulsado por la pandemia. A pesar de esta creciente conciencia, un porcentaje significativo de la población no ha tomado medidas para abordar su malestar, siendo los hombres y la generación ‘Baby Boomer’ los menos propensos a buscar ayuda.
Cuando se trata de buscar apoyo, se destaca que muchos prefieren confiar en familiares y amigos en lugar de acudir a un profesional. Sin embargo, las mujeres y los jóvenes son quienes más recurren a especialistas y medicamentos para tratar problemas de salud mental.
A pesar de la importancia que la población otorga al bienestar mental, existe la percepción de que el sistema sanitario sigue priorizando la salud física sobre la mental. Esto plantea un desafío en la atención integral de la salud en España, con diferentes generaciones teniendo opiniones divergentes sobre el enfoque del sistema sanitario.
En resumen, este informe destaca la creciente preocupación por la salud mental en la población española, así como las diferencias en la forma en que se busca ayuda y se percibe la atención sanitaria. Es fundamental seguir trabajando para garantizar un enfoque equilibrado que aborde de manera efectiva las necesidades de salud mental de la sociedad.
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