Ahora es el turno de Keir Starmer.
Después de que el presidente Emmanuel Macron de Francia navegara su reunión con el presidente Trump el lunes, evitando los escollos más difíciles pero avanzando poco, el Sr. Starmer, primer ministro británico, se reunirá con el Sr. Trump el jueves para rogarle a Estados Unidos que no abandone Ucrania.
El Sr. Starmer enfrentará el mismo acto de equilibrio que hizo el Sr. Macron, sin el beneficio de años de interacciones que se remontan a 2017, cuando el Sr. Trump saludó al recién elegido presidente francés con un apretón de manos lleno de tensión que fue el primero de varios momentos memorables de saludos.
A diferencia del Sr. Macron, el Sr. Starmer llegará a la Oficina Oval armado con la promesa de aumentar el gasto militar de su país al 2.5 por ciento del producto interno bruto para 2027, y al 3 por ciento dentro de una década. Eso aborda una de las quejas fundamentales del Sr. Trump: su afirmación de que los europeos son parásitos, refugiándose bajo un paraguas de seguridad estadounidense.
Para financiar el rearme, el Sr. Starmer reducirá la ayuda al desarrollo en el extranjero de Gran Bretaña, un movimiento que hace eco, en una escala más modesta, del desmantelamiento de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional por parte del Sr. Trump. El motivo del Sr. Starmer es presupuestario, no ideológico; él dice que los recortes son lamentables, pero el Sr. Trump podría aprobarlos.
Los funcionarios británicos dijeron que el Sr. Starmer combinaría sus gestos de fortalecimiento de la confianza en defensa con un fuerte apoyo al presidente Volodymyr Zelensky de Ucrania y una advertencia de no apresurarse en un acuerdo de paz con el presidente Vladimir V. Putin de Rusia que no establezca garantías de seguridad para Ucrania.
«Lo importante es que no queremos repetir los errores anteriores en tratar con Putin, en buscar un alto el fuego que no se convierta en una paz duradera», dijo Peter Mandelson, quien se convirtió en embajador de Gran Bretaña en Washington hace tres semanas y ha ayudado a organizar la visita.
El Sr. Mandelson dijo que el Sr. Starmer tenía un estilo diferente al del Sr. Macron, quien llamaba «Querido Donald» al Sr. Trump y le tocaba la rodilla, incluso cuando lo corregía en su afirmación de que Ucrania devolvería la ayuda de Europa. Pero el Sr. Mandelson dijo que el enfoque menos demostrativo de su jefe también sería efectivo.
«El primer ministro tiene su propia relación personal con el presidente Trump que se ha establecido a lo largo de una serie de llamadas telefónicas y reuniones», dijo Mandelson en una entrevista. «Keir Starmer es una persona claramente habladora, directa, que es perfectamente capaz de decir la verdad al poder, y hacerlo respetuosamente, de una manera que permitirá al presidente ver lo que él y los Estados Unidos obtienen de cualquier situación».
El Sr. Mandelson tomó nota de las palabras de elogio del secretario de Defensa Pete Hegseth después de que el Sr. Starmer anunciara el aumento del gasto militar. Hegseth lo calificó como un «fuerte paso de un socio duradero».
Si eso hará que el Sr. Trump esté más dispuesto a favor de los argumentos del Sr. Starmer sobre Ucrania y Rusia es otra cuestión, aunque el presidente también estará disfrutando de otra noticia: que el presidente Volodymyr Zelensky de Ucrania ha cedido a la presión estadounidense y acordado un trato para entregar los ingresos de algunos recursos minerales.
El Sr. Trump le dijo a los reporteros que el Sr. Zelensky estaba presionando para tener su propia reunión en la Oficina Oval el viernes, en la que él y el presidente podrían firmar el acuerdo. Si esa reunión se confirma, haría que el Sr. Starmer fuera el interludio entre dos encuentros de alto perfil, con el Sr. Macron y el Sr. Zelensky.
Pero el compromiso apresurado del Sr. Starmer en defensa podría darle credibilidad con el Sr. Trump, sin igual entre otros líderes europeos, porque es un recordatorio de que su Partido Laborista ganó una mayoría abrumadora en el Parlamento en julio pasado.
Los analistas dijeron que era difícil imaginar que Francia o Alemania se movieran tan rápidamente, dada la incertidumbre política en ambos países. El control de Macron sobre el Parlamento francés se ha erosionado desde las elecciones del verano pasado. Friedrich Merz, el canciller designado en Alemania, está armando una coalición después de su victoria el pasado domingo.
«Ahora el enfoque se dirigirá correctamente a Francia y Alemania para ver si también pueden cumplir con su responsabilidad», dijo Malcolm Chalmers, subdirector general del Instituto de Servicios Unidos Reales, un grupo de investigación en Londres. «Los europeos pronto tendrán que asumir la responsabilidad principal de su propia defensa».
El Sr. Starmer también ha marcado una línea entre él y el Sr. Merz sobre el futuro de la alianza transatlántica. Hablando después de su victoria, el Sr. Merz dijo que la administración Trump «no se preocupa mucho por el destino de Europa». Dijo que su prioridad sería construir una «capacidad de defensa europea independiente».
El Sr. Starmer, por el contrario, reafirmó los lazos de Gran Bretaña con Estados Unidos. «Debemos rechazar cualquier falsa elección entre nuestros aliados, entre un lado del Atlántico u otro», dijo en el Parlamento el martes, agregando: «Es una relación especial. Es una relación fuerte. Quiero que vaya de fuerza en fuerza».
Los funcionarios británicos dijeron que el primer ministro también esperaba anunciar cooperación en tecnología avanzada, incluida la inteligencia artificial, con el Sr. Trump. Dijeron que su enfoque estaría en el futuro, no en volver a litigar problemas como la etiqueta del presidente a Mr. Zelensky como dictador o su afirmación de que Ucrania inició la guerra con Rusia.
«No es el estilo de Starmer tener intercambios sobre palabras o semántica», dijo Mandelson. «Él solo quiere hacer las cosas, asegurarse de que, como aliados más cercanos, sepamos lo que va a hacer el otro lado».