«El estudio sugiere que los cambios en la función cerebral y la organización del flujo de información comienzan mucho antes de que ocurran los síntomas de Alzheimer, mientras que algunos parámetros de sangre comienzan a crecer», explicó el investigador Alejandra García Colomo, del departamento de psicología experimental, procesos cognitivos y procesos Terapia del habla.
Para estudios previos en pacientes con deficiencia cognitiva y de demencia leve, se sabe que las regiones con más flujos de información y, por lo tanto, más relevantes para la distribución y facilitación de la comunicación entre diferentes áreas del cerebro terminan fallando y perdiendo su relevancia. Sin embargo, hasta ahora no se sabe qué sucede con estos «centros de comunicación» en las primeras etapas.
Publicado en «Alzheimer’s Research & Therapy», el estudio UCM analizó cómo cambió a la salud cognitiva.
«Solo entre las personas cognitivas sanas, pero con altos niveles de patología en la sangre hay una asociación. Es decir, desde un cierto nivel de patología, las regiones más relevantes para controlar y distribuir el flujo de información comienza a presentar cambios en la cantidad de información que reciben de otras regiones «, dijo García.
En este sentido, detalló que algunas de las áreas tienen requisitos excesivos asociados con una patología incipiente y un colapso Posterium, mientras que otras sufren pérdidas relevantes asociadas con la disfunción neuronal.
Los investigadores tenían 104 participantes sin daño cognitivo, de los cuales 33 tenían altos niveles de proteínas P-Tau231 y cadenas de neurofilamento ligero (NFL), otro biomarcador de la enfermedad de Alzheimer, mientras que 71 tenía una baja carga de patología. Para medir la actividad del cerebro, se usó magnetoencefalografía y después de analizar la centralidad de las diferentes regiones.
Los resultados de este estudio pueden ser útiles para desarrollar las herramientas de diagnóstico tempranas de Alzheimer y evaluar los tratamientos antes de la aparición de síntomas clínicos. Por lo tanto, puede ser útil facilitar la identificación de las personas en riesgo y monitorear la efectividad de las intervenciones tempranas.
Junto con la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad Politécnica de Madrid, el Instituto de Investigación de la Salud, Galicia y el Instituto de Investigación Sanitaria en el Hospital San Carlos en Madrid, participaron en obras.
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