La obesidad infantil ha disminuido más de seis puntos porcentuales desde 2021, según el primer informe del Observatorio de Obesidad de HM Hospitals, que muestra una caída en el índice de masa corporal (IMC) alto promedio entre los pacientes pediátricos que evaluó, desde 16,8 por ciento en 2021 al 10 por ciento en 2024.
El Observatorio de Obesidad de HM Hospitales es una herramienta que ha seguido y evaluado las características antropométricas (peso, talla e IMC) de 30.316 pacientes pediátricos atendidos en los centros del Grupo entre el 1 de febrero de 2021 y el 7 de febrero de 2024.
«Este proyecto pretende no sólo caracterizar el estado actual de nuestros pacientes, sino también identificar tendencias, promover la prevención y orientar intervenciones basadas en la evidencia», afirma el coordinador del Servicio de Endocrinología y Nutrición Pediátrica del Hospital HM Nens de Barcelona. María Zelmira Bosch.
Por comunidades autónomas, el informe constata que Madrid y Cataluña tienen una distribución similar de obesidad infantil, con un máximo del 20% de obesidad en algunos grupos de edad. Mientras tanto, Castilla y León registra el mayor porcentaje, alcanzando el 25 por ciento. En otras zonas, como el sur de España, estudios previos han informado cifras aún más altas, aunque en este informe no se dispone de datos representativos de todas las comunidades.
Se estima que en España la prevalencia global de obesidad en niños de entre dos y seis años varía entre el dos y el 10 por ciento, mientras que en el grupo de seis a nueve años hay un máximo de casi el 20 por ciento, y en los de entre 10 y 9 años. A los 16 años, varía entre el 10 y el 15 por ciento. Desde HM Hospitales alertaron del creciente «reto de salud pública» que supone la obesidad infantil a nivel mundial.
EN LÍNEA CON ALADINO
Los datos presentados en el informe de HM Hospitales concuerdan con los revelados por la última edición del estudio sobre Nutrición, Actividad Física, Desarrollo Infantil y Obesidad en España (ALADINO 2024), que también reflejó una disminución de las tasas de obesidad infantil respecto a los años los anteriores.
Pese a esta mejora, los expertos siguen expresando preocupación por las cifras actuales, y el Observatorio de la Obesidad ha destacado algunos puntos clave que es necesario abordar, así como estrategias para seguir avanzando en la reducción de los datos.
En este sentido, la dra. Bosch explicó que los pacientes pediátricos deben ser monitorizados anualmente para detectar complicaciones, aumento de peso y problemas de crecimiento porque la tasa de seguimiento en niños es «uno de los principales desafíos».
«Por ello, nuestras estrategias deben centrarse en concienciar sobre la importancia del seguimiento y la intervención temprana para adoptar hábitos saludables, a lo que hay que sumar el ejercicio físico para prevenir la obesidad y evitar tratamientos prolongados y complicaciones asociadas», detalló el especialista.
Con el fin de concienciar a familias, educadores y comunidades locales sobre los impactos a corto y largo plazo que puede tener la obesidad infantil, se lanzarán campañas para promover hábitos de vida saludables desde edades tempranas, como una dieta equilibrada y actividad física regular.
Otra estrategia prioritaria será mejorar los menús del comedor escolar para garantizar que incluyan alternativas nutritivas y equilibradas que cubran las necesidades nutricionales de los niños. El Observatorio también trabajará para crear unidades que aborden la obesidad infantil de forma integral, teniendo en cuenta aspectos médicos, nutricionales, psicológicos y de actividad física.