
María Cuadrillero es una de las beneficiarias de los cursos de braille del proyecto ‘Club Braille’ que imparte la ONCE, que este 2025 celebra los 200 años desde la invención de este sistema de lectoescritura tan importante para millones de personas ciegas en todo el mundo.
«Es como el despertar a través del cerebro. Es como el despertar de una luz, dentro de la oscuridad de repente aparece una luz y eso es lo que yo descubrí con el braille», ha asegurado Cuadrillero durante la presentación del Informe de Valor Compartido 2024 del Grupo Social ONCE en Madrid.
María ha relatado que era maestra pero que su vida «cambió radicalmente en menos de un año». Como ha destacado, la enseñanza era para ella «un motor muy importante», sobre todo al tratar con niños pequeños, a los que «enseñaba a leer y a escribir».
Por ello, cuando descubrió el braille, no lo dudó, sobre todo cuando tuvo «la suerte» de encontrarse con Ana Peña, promotora braille de la Delegación de Madrid en la ONCE. «Aparte de enseñar lo que es el código y la lectura y el sistema de braille, me enseñó con muchísima calidez eso que de alguna manera por mi falta de visión había desaparecido. Y era poder volver a disfrutar de la imaginación, de despertar a través del tacto de las letras, de las palabras», ha asegurado emocionada.
La ONCE impulsó el ‘Club Braille’ en 2007 como una herramienta para dar visibilidad a este código de lectoescritura y favorecer su práctica y difusión en los distintos centros y ámbitos. Entre las actividades que se desarrollan se llevan a cabo lecturas literarias, análisis de productos etiquetados en braille o jornadas de puertas abiertas para su difusión que fomentan el desarrollo y sensibilización hacia las múltiples aplicaciones de este código en la vida diaria, con el fin de promover una mayor autonomía de las personas con discapacidad visual.
«María tenía muy claro que quería volver a leer de forma autónoma, le hacía mucha ilusión volver a los ‘coles’ y llevar sus cuentos en braille para podérselos leer a los niños y también así dar a conocer el braille en la sociedad», añade Peña por su parte, al tiempo que relata que estuvo dando clases a la mujer «en torno a un curso». «Y continúa reforzando sus conocimientos, asistiendo al Club Braille de la ONCE en Madrid», ha precisado.
Sobre los diferentes sistemas de lectoescritura braille, Peña explica que cuentan con ‘Dactilo’, «un dispositivo donde se representa el signo generador del braille, que consta de seis puntos». «Como el braille es un código, es muy importante tener en cuenta la posición que ocupa cada punto. Cuando María ya las había interiorizado pasábamos a algo más complejo, la lectura en papel, con un tamaño mucho más chiquitito, y ella iba construyendo primero sílabas, luego palabras, y después pasó a leer frases», relata.
Respecto a la parte de escritura, se usa «regleta y punzón, como se hacía desde los comienzos del braille». «Después pasamos a la escritura en Perkins y en línea braille, que es portátil, con la ventaja que todo lo que vamos escribiendo, si lo conectamos a un ordenador o a un smartphone, va apareciendo el texto también en caracteres braille», prosigue Peña.
De esta manera, gracias a las nuevas tecnologías, se han desarrollado dispositivos que acompañan a las personas con ceguera en su vida cotidiana, tanto en los estudios, en el trabajo, como en su día a día.
En concreto, según el Informe de Valor Compartido Grupo Social ONCE correspondiente al año pasado, en 2024 el Grupo Social ONCE logró hacer crecer su plantilla en un total de 5.064 nuevos profesionales, para alcanzar su récord histórico de empleo, con 77.000 trabajadores, el 60% de ellos personas con discapacidad y un 45% mujeres.
De los datos se desprende que el grupo tiene un total de 45.678 empleados con discapacidad y 31.278 empleados sin discapacidad. Además, cuentan con 34.654 mujeres trabajando, de las que más de 17.000 tienen discapacidad.
El Informe de Valor Compartido nace de la suma de acción de las tres áreas ejecutivas (ONCE, Fundación ONCE e Ilunion) con resultados en acción social –que creció hasta los 254 millones de euros netos–, generación de empleo e ingresos ya que las ventas de loterías de la ONCE crecieron un 7,8%, mientras que la facturación de Ilunion aumentó en un 15,2%, cuando se celebran 10 años desde la creación de la nueva marca empresarial del Grupo.
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