Un robot humanoide impulsado por inteligencia artificial, conocido como AIDOL, se desplomó durante su muy esperada aparición debut en una feria tecnológica en Moscú. El incidente causó revuelo entre los asistentes y dejó en evidencia las posibles limitaciones de la tecnología en el mundo real. A pesar de las expectativas y el entusiasmo que rodeaban a AIDOL, su desafortunada caída sirve como recordatorio de que, aunque la inteligencia artificial ha avanzado significativamente en los últimos años, todavía existen desafíos y obstáculos que deben superarse. Este incidente también plantea preguntas sobre la seguridad y fiabilidad de los robots impulsados por IA en entornos en vivo y en situaciones de alto estrés. AIDOL sin duda ha dejado una impresión duradera en el mundo de la tecnología y la inteligencia artificial.
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