Durante el III Congreso Nacional de Pacientes con Dolor, la doctora Alonso destacó la importancia de entender las diferencias fundamentales entre el dolor crónico en adultos y en niños. En el caso de los niños, los dolores primarios suelen ser más comunes y no siempre se pueden identificar con una causa específica, lo que representa un desafío en el abordaje médico.
La plasticidad neuronal en los niños más pequeños puede jugar un papel tanto positivo como negativo en el tratamiento del dolor. Mientras puede ayudar en patologías traumáticas, también puede contribuir a la intensificación y prolongación del dolor si no se trata adecuadamente.
El dolor crónico en niños es una patología difícil de comprender, lo que puede llevar a que se minimice su impacto. Es crucial involucrar a educadores y centros escolares en el tratamiento psicosocial del dolor, así como reconocer el papel fundamental de los padres y cuidadores en el control y manejo del dolor en los niños.
Por otro lado, la médico de familia Purificación Magán Tapia subrayó la importancia de abordar el dolor crónico desde una perspectiva multidisciplinaria, que incluya la participación de psicólogos, trabajadores sociales, enfermeras y otras instituciones. El impacto del dolor crónico no solo afecta la calidad de vida de los pacientes, sino que también puede tener consecuencias laborales y emocionales significativas.
En este sentido, la Comunidad de Madrid ha implementado un servicio de atención al dolor crónico, con programas formativos dirigidos a profesionales de la salud. La enfermera Aurora Sánchez Gómez resaltó la importancia de una atención humanizada, que considere aspectos como la psicología, la alimentación, el ejercicio y el descanso en el manejo del dolor crónico.
En resumen, el abordaje del dolor crónico en niños requiere una visión integral que involucre a diversos actores y enfoques para garantizar un tratamiento efectivo y una mejor calidad de vida para los pacientes.
FUENTE
