Además, “esto no sólo provoca molestias, sino que puede desencadenar queratitis y empeorar enfermedades como el síndrome del ojo seco”, añade. Por ello, los expertos del ICQO aconsejan beber mucha agua para hidratar los ojos y evitar el sobrecalentamiento, entre otros problemas.
Los ojos son órganos especialmente sensibles al cambio climático, y el frío extremo puede provocar constricción de los vasos sanguíneos de la zona de los ojos, lo que, combinado con el viento y la disminución de la humedad ambiental, puede provocar sequedad ocular, irritación, sensibilidad a la luz y, en algunos casos, , más mucho. problemas graves como inflamación o infección.
Los ojos secos son una condición que empeora en invierno debido al aire seco, el uso de calefacción y la exposición al viento y al frío. Estos factores contribuyen a la evaporación de la película lagrimal y a la reducción de la hidratación de los ojos, empeorando los síntomas de picazón, ardor y visión borrosa temporal, según el Dr. Costales.
«Entre los síntomas más comunes están el picor, el escozor, la sensación de cuerpo extraño y, en casos graves, la queratitis por falta de hidratación de la córnea. Sin tratamiento, puede provocar infecciones oculares recurrentes e incluso daños en la córnea», añade.
Asimismo, estudios multicéntricos en zonas con climas secos y húmedos han confirmado que los síntomas del ojo seco son más frecuentes e intensos en zonas y periodos con menor humedad relativa. La calefacción también puede empeorar la sequedad ocular en interiores al reducir la calidad del aire. Además, quienes padecen enfermedades oculares crónicas como glaucoma o cataratas suelen experimentar un aumento de los síntomas debido al frío.
Ante esta situación, los especialistas del ICQO recomiendan tomar medidas preventivas para mantener una buena salud ocular en esta temporada de frío. Entre ellos destaca el uso de lágrimas artificiales para contrarrestar la sequedad. También bebe mucha agua ya que controla la sequedad ocular.
Además, es importante utilizar gafas de sol o antiparras en días ventosos o fríos. También conviene evitar el calentamiento excesivo y mantener el nivel de humedad de la casa mediante humidificadores.
Por último, los expertos recomiendan parpadear con frecuencia, especialmente cuando se trabaja delante de pantallas, para mantener lubricada la superficie ocular. Si tiene síntomas o molestias persistentes, debe consultar a un oftalmólogo para un diagnóstico y tratamiento adecuados.