En una entrevista con Europa Press Infosalus, María Berdasco, doctora en biología molecular en la Universidad de Oviedo y miembro del grupo de terapias epigenéticas en el Instituto Josep Carreras de Leucemia en Barcelona, destaca la importancia de combatir la idea del determinismo genético.
Es crucial luchar contra la noción de que somos completamente determinados por nuestros genes y que no tenemos responsabilidad sobre nuestra salud. Esta idea es errónea, insiste la experta.
Según Berdasco, nuestras decisiones, especialmente en relación a nuestra alimentación, juegan un papel fundamental en nuestra salud. Además, el estrés al que estamos expuestos y nuestro entorno, con factores como la contaminación, también pueden afectar nuestra salud de manera significativa.
El ejemplo de la obesidad
La experta menciona el caso de una persona obesa cuyos padres también lo son. A menudo se cree que la obesidad es heredada, pero Berdasco apunta que esta compleja patología, aunque tenga un componente genético, requiere de agentes externos como una dieta deficiente o la falta de ejercicio físico para activar esos genes.
La epigenética es un mecanismo que interviene entre los genes que predisponen a la obesidad y los hábitos de vida. Berdasco acaba de publicar un libro en el que aborda este tema y explica la importancia de comprender «La cara desconocida del ADN que redefine la biología y cómo y por qué cambia la expresión de genes«.
Genética vs. epigenético
La epigenética se manifiesta a lo largo de nuestra vida en todas las esferas y puede explicar fenómenos como el cambio climático o los diferentes cambios en la evolución, así como el proceso de envejecimiento.
Existen características humanas condicionadas por la genética, pero la mayoría de lo que somos no puede explicarse únicamente mediante la genética. Nuestro entorno y nuestros hábitos de vida son determinantes en cómo se expresa nuestra genética, y este es el campo de la epigenética, influenciado por factores externos.
¿Qué influye más en nuestra epigenética?
Berdasco explica que la epigenética actúa como un «interruptor de genoma» que regula la expresión de los genes en cada célula de nuestro cuerpo. Este interruptor puede ser activado o silenciado mediante grupos químicos que se añaden o eliminan del genoma, lo que influye en nuestro epigenoma y puede ser modificado fácilmente.
La dieta juega un papel crucial en la modulación de la epigenética, ya que ciertos alimentos como frutas, aguacate, granadas, legumbres y espinacas proporcionan compuestos que pueden alterar la epigenética. Otros factores como el tabaquismo, el ejercicio y los disruptores endocrinos también pueden influir en la epigenética de las personas.
En resumen, Berdasco destaca la importancia de una dieta y un estilo de vida saludables, como el mediterráneo, para mantener una buena salud. No existen dietas específicas para la epigenética, pero incorporar hábitos saludables puede tener un impacto positivo en nuestra salud.