9 de enero de 2025
La CNMC propone cambios en el sector de las autoescuelas para reducir costes y mejorar la formación
Ámbito de aplicación de la CNMC:
Promoción de la competencia
- Conducir con un tutor no profesional, ya presente en otros países, podría mejorar el aprendizaje.
- Simplificar los requisitos para autoescuelas y profesores ampliaría la oferta disponible.
- Fomentar la transparencia en los exámenes y las tasas de aprobación beneficiaría a los futuros conductores.
La CNMC analiza el sector de la formación de conductores en España y propone medidas para hacerlo más accesible, eficiente y flexible (E/CNMC/001/22).
En concreto, la CNMC examinó la formación impartida por las autoescuelas para los distintos permisos de conducción, para la recuperación de puntos y para los permisos de conducción profesional especial para camiones y autobuses (PAC) y mercancías peligrosas (autorización ADR).
Estos servicios son esenciales para garantizar la seguridad vial, así como para facilitar la movilidad personal y profesional de los ciudadanos y del sector del transporte. La mayoría de los solicitantes son jóvenes, que generalmente tienen ingresos inferiores a la media. Además, tener el permiso de conducir es muy importante en zonas menos pobladas y menos comunicadas.
Barreras a la competencia
Este sector está formado por pequeñas empresas, concentradas a nivel municipal y muy reguladas para garantizar la seguridad vial. En España sólo las autoescuelas autorizadas pueden enseñar a conducir, mientras que en muchos países de nuestro entorno es posible practicar con un tutor no profesional.
Las autoescuelas deberán obtener una autorización específica para cada tipo de formación que quieran impartir, además de disponer de locales o vehículos. También se regula la cualificación de los profesores y directores de escuelas.
Por otro lado, las autoridades de carreteras tienen un sistema de reparto de exámenes de conducción entre autoescuelas porque hay más demanda que capacidad. Aunque este sistema de distribución ha mejorado en los últimos años, todavía hay margen para hacerlo más equilibrado y transparente, y también para ofrecer más opciones a los estudiantes.
La falta de transparencia y de acceso a información clave puede perjudicar a los estudiantes. Los futuros conductores no pueden consultar fácilmente datos importantes, como las tasas de aprobación de cada autoescuela, ni negociar directamente con la DGT.
Por último, las autoescuelas encuentran dificultades para acceder a suelos municipales donde realizar prácticas o centros examinadores, así como problemas de adaptación a la herramienta informática de la DGT para la tramitación de expedientes.