Un estudio realizado por el Instituto de Investigación Biomédica (IRB) de Barcelona ha descubierto una estrategia mediante la cual las células tumorales persistentes logran evadir la respuesta inflamatoria y sobrevivir a los tratamientos contra el cáncer.
LATENCIA Y PERSISTENCIA
En el transcurso de las terapias contra el cáncer, algunas células tumorales pueden entrar en un estado de inactividad y falta de división que suele ser irreversible.
Por otro lado, otras células entran en un estado de persistencia, en el que su inactividad es temporal y reversible, lo que les permite reanudar su crecimiento una vez finalizado el tratamiento y provocar la reaparición del cáncer.
El estudio encontró que las células persistentes bloquean los genes responsables de la inflamación a través de un mecanismo epigenético que funciona como un «bloqueo molecular», impidiendo que estos genes se activen y alerten al sistema inmunológico, lo que les permite sobrevivir al tratamiento.
POTENCIAL TERAPÉUTICO
El líder del estudio e investigador del IRB y Altos Labs de Cambridge (Reino Unido), Manuel Serrano, explica que este mecanismo representa una «vulnerabilidad» de las células persistentes que podría ser utilizada para diseñar nuevas estrategias terapéuticas.
En este sentido, el estudio sugiere que inhibir la maquinaria epigenética podría desbloquear los genes inflamatorios y comprometer la viabilidad de las células persistentes, abriendo «un nuevo camino» para el desarrollo de nuevas terapias.
La primera autora del estudio e investigadora del IRB y del Instituto de Oncología Molecular AIRC de Milán (Italia), Valentina Ramponi, afirma que el objetivo es desarrollar fármacos que actúen selectivamente sobre las células persistentes y «potencien» el efecto de las terapias convencionales.