La Fundación Universitaria San Pablo CEU ha lanzado, por quinto año consecutivo y con motivo del Día Internacional contra el Acoso Escolar, que se celebra el 2 de mayo, una nueva edición de su campaña de sensibilización frente al acoso y ciberacoso escolar.
Bajo el lema ‘Miradas atentas frente al acoso escolar’, la iniciativa tiene como objetivo involucrar de manera activa a las familias y educadores en la prevención y detección temprana de estas situaciones.
Desde el área de Colegios CEU avisan de que «no es suficiente con intervenir cuando ya se ha producido el daño». Por ello, la institución promueve un enfoque integral que combina medidas preventivas y reparadoras, poniendo el foco en la formación de los adultos responsables de la educación y el bienestar de los menores.
En este contexto, el director del Área de Colegios CEU, Raül Adames, destaca una serie de propuestas concretas para ayudar a los menores en un entorno de respeto y convivencias.
Así, anima a las familias a ayudar a su hijo a conocerse. «No se puede amar lo que no se conoce; el primer paso del amor es el conocimiento; en la medida en que me voy conociendo como soy, puedo valorarme y confiar en mí mismo. Aprendemos, nos desarrollamos y maduramos como personas a través de la relación con los otros.
También apuesta por mostrarle sus potencias, ya que «aprender a confiar en uno mismo requiere conocer las propias fortalezas y orientarlas a la búsqueda del bien, no para la autocomplacencia sino para ofrecerlo al mundo». «Sólo poniendo al servicio de los demás nuestros talentos somos capaces de hacer un mundo mejor, más humano, más armónico, más pleno», apunta.
El director del área de Colegios CEU defiende que aprender a confiar en uno mismo «también requiere conocer las debilidades propias, no para vivir en una frustración que desesperada sino para estimular nuestra capacidad de afrontamiento y crecer en fortaleza y paciencia».
«Las personas somos responsables de ir descubriendo nuestra identidad, somos seres en crecimiento. Esto conlleva esfuerzo y exigencia para hacer crecer nuestras fortalezas y superar nuestras debilidades, y así ir configurando nuestra identidad como hijos, amigos, compañeros, ciudadanos del mundo. Para ello es preciso ser responsable de mis quehaceres y relaciones», añade.
Otra de las recomendaciones es que los niños afiancen su autoestima. «Saber quién soy yo ayuda a tener una autoestima sana. Esto es posible en un entorno de confianza donde se dé una aceptación incondicional de mi persona que está en crecimiento. Ese entorno seguro se construye en el día a día, acompañando en las rutinas, compartiendo actividades con ellos, comunicándonos entre nosotros», afirma Adames.
Enriquece las habilidades comunicativas de los hijos es otra de las propuestas que hace Adames en el marco de la campaña contra el acoso escolar. En sus palabras, la comunicación «es una herramienta que permite construir relaciones, resolver conflictos y aumentar el autoconocimiento».
«No es válida cualquier forma de comunicarse, sino aquella que se desarrolla de forma adecuada, aquella que nos permite expresar nuestras ideas y sentimientos con libertad y respetando las ideas y sentimientos del otro», asevera.
Igualmente, insta a alimentar la vivencia de respeto hacia sí mismo y los demás: «La clave está en saberse amado y valorado por lo que uno es, en saberse digno de ser amado por lo que uno es en sí mismo. El respeto hacia los demás comienza en el respeto hacia mi propio ser».
Los padres también deben ayudar a sus hijos a identificar el maltrato en las relaciones, animarles a decir ‘no’ y enseñarles a pedir ayuda.
«Ayudar a la persona a establecer límites e identificar situaciones de riesgo, favorecen a dar una respuesta como es decir ‘no’ ante situaciones que le hacen daño», subraya Adames, destacando que «pedir ayuda permite que quienes sufren de situaciones de acoso dejen de ser receptores para convertirse en agentes de cambio».
Este año, como novedad, la campaña incorpora una serie de vídeos difundidos a través de redes sociales. Estos contenidos, dirigidos tanto a jóvenes como a adultos, incluyen testimonios ficticios de personas que vivieron una situación de acoso escolar hace 30 años, así como piezas más breves que muestran cómo pequeños gestos pueden prevenir este tipo de situaciones en los centros educativos.
Para participar en la campaña, se emplaza a la sociedad a hacerse una foto o un vídeo haciendo un gesto simbólico vinculado a la campaña y subirlo a las redes sociales con la etiqueta ‘#MiradasAtentas’.
Por ello, es fundamental que los niños se sientan amados y valorados por lo que son, construyendo así una autoestima sólida. Esto se logra en un ambiente de confianza donde se acepta incondicionalmente a la persona en crecimiento. Esta base segura se construye a través de la convivencia diaria, compartiendo actividades y comunicándose mutuamente», afirma Adames.
Enriquecer las habilidades comunicativas de los hijos también es una propuesta clave en la lucha contra el acoso escolar. Según Adames, la comunicación es una herramienta fundamental para construir relaciones, resolver conflictos y aumentar el autoconocimiento. Sin embargo, destaca que no todas las formas de comunicación son válidas, sino aquellas que se desarrollan de manera adecuada, permitiendo expresar ideas y sentimientos con libertad y respeto hacia los demás.
Asimismo, es crucial fomentar el respeto hacia uno mismo y hacia los demás. Adames señala que saberse amado y valorado por lo que uno es, en esencia, es la clave para desarrollar el respeto hacia los demás. Este respeto comienza con el respeto hacia uno mismo, reconociéndose digno de amor y valoración por lo que se es.
Los padres también juegan un papel fundamental en ayudar a sus hijos a identificar el maltrato en las relaciones, animándolos a decir ‘no’ y enseñándoles a pedir ayuda. Según Adames, establecer límites y reconocer situaciones de riesgo ayudan a los niños a rechazar aquello que les hace daño, mientras que pedir ayuda les permite dejar de ser víctimas para convertirse en agentes de cambio.
Este año, la campaña contra el acoso escolar incluye una serie de videos que se difundirán a través de redes sociales. Estos contenidos, dirigidos a jóvenes y adultos, presentan testimonios ficticios de personas que experimentaron acoso escolar hace 30 años, así como videos cortos que muestran cómo pequeños gestos pueden prevenir estas situaciones en los centros educativos.
Para participar en la campaña, se invita a la sociedad a tomarse una foto o video realizando un gesto simbólico relacionado con la campaña y compartirlo en las redes sociales con la etiqueta ‘#MiradasAtentas’. This is possible in an environment of trust where there is an unconditional acceptance of my growing self. This safe environment is built day by day, accompanying in routines, sharing activities with them, communicating with each other,» says Adames.
Enhancing children’s communication skills is another proposal that Adames makes within the framework of the campaign against bullying. In his words, communication «is a tool that allows us to build relationships, resolve conflicts, and increase self-awareness.»
«Not any form of communication is valid, but rather that which develops appropriately, that which allows us to express our ideas and feelings freely while respecting the ideas and feelings of others,» he asserts.
Likewise, he urges to nurture the experience of self-respect and respect towards others: «The key is to know that you are loved and valued for who you are, to know that you are worthy of being loved for who you are in yourself. Respect towards others begins with respect towards my own being.»
Parents should also help their children identify mistreatment in relationships, encourage them to say ‘no,’ and teach them to ask for help.
«Helping the person establish boundaries and identify risky situations helps to respond by saying ‘no’ to situations that harm them,» emphasizes Adames, noting that «asking for help allows those who suffer from bullying situations to stop being recipients and become agents of change.»
This year, as a novelty, the campaign includes a series of videos disseminated through social networks. These contents, aimed at both young people and adults, include fictitious testimonies of people who experienced bullying 30 years ago, as well as shorter pieces that show how small gestures can prevent these types of situations in educational centers.
To participate in the campaign, society is encouraged to take a photo or a video making a symbolic gesture related to the campaign and upload it to social media with the hashtag ‘#MiradasAtentas’.
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