Los sindicatos médicos de Madrid (AMYTS), Cataluña (Metges de Catalunya) y Euskadi (SME) rechazaron conjuntamente el proyecto de Estatuto Marco propuesto por el Ministerio de Sanidad, al tiempo que consideran que el camino es a través del acuerdo propio de los facultativos.
En este sentido, para las organizaciones los aspectos más «sensibles y controvertidos» de la propuesta ministerial conciernen exclusivamente a la comunidad médica, que «es un ejemplo de la singularidad de la profesión, que debe tener la capacidad de negociar directamente y segregar su propia actividad y condiciones profesionales», subrayan.
Según los sindicatos, la reforma del Estatuto Marco marca un «punto de inflexión» que «necesita un replanteamiento general de la capacidad de los médicos como personal al servicio de la Administración». «No tiene sentido que las particularidades de la profesión, que determinan el funcionamiento del sistema, sean negociadas y reguladas en un marco global, a menudo hostil a los médicos. Sanidad debe asumir que el camino es diferente si quiere asegurar el liderazgo, la calidad y la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS)», señala el comunicado conjunto.
En cuanto al contenido concreto del proyecto, «viene a consagrar un modelo en el que los médicos y médicas españoles se verán gravemente perjudicados, perpetuando todas las injusticias y su carácter excepcional en el trabajo respecto al resto de los trabajadores de España y a la ciudadanía funcionarios.», afirmó el presidente de AMYTS, Daniel Bernabéu.
Del mismo modo, los sindicatos aseguran que Sanidad está realizando un «ejercicio de trilerismo» con el establecimiento del nuevo marco profesional, ya que «el mismo documento excluye cualquier efecto retributivo del mismo». Además, la implantación de turnos de 17 horas será «muy difícil» y muchas administraciones sanitarias optarán por continuar como hasta ahora, «aduciendo motivos organizativos o sanitarios, tal y como permite el propio texto reglamentario».
Por este motivo, las organizaciones se quejan de que el proyecto sigue perpetuando la «esclavitud del día complementario», al que ahora sólo se le ha dado un «retoque estético con un cambio de nombre»: «Sigue siendo el mismo, singular y nocivo al médico».
Por otro lado, indican que determinar la exclusividad del ejercicio profesional en salud pública para los jefes de servicio puede ser «contraproducente» cuando los médicos sitúan en una escala las condiciones que ofrece el sector público y las comparan con las del sector privado.
«La exclusividad obliga a elegir y, dado que el NHS carece de recursos suficientes, lo que en muchos casos conduce a la precariedad, la presión sanitaria y el agotamiento, habrá muchos médicos que considerarán ejercer en el ámbito privado, cuya dotación de personal necesita está aumentando debido al aumento sostenido de las suscripciones de pólizas por parte de la población”, explican.
Por último, subraya que el establecimiento, «de nuevo por imposición», de la cotización exclusiva al SNS durante los cinco años siguientes a la obtención del título de especialista representa una «limitación intolerable a la libertad profesional que condiciona la carrera de los médicos jóvenes para mantenerse a ellos por castigo y no por motivación y esperanza.
Por todo ello, MC, AMYTS y SME convocan a todas las entidades y asociaciones colegiadas, gremiales y científicas que representan a la comunidad médica a unirse y «hacer un frente común ante el Ministerio de Sanidad para obtener el reconocimiento de la singularidad de la profesión y su expresión en un espacio de negociación que favorezca los derechos del personal médico». Próximamente solicitarán una reunión con la ministra Mónica García para abordar la iniciativa.