Cohetes fueron disparados desde Líbano hacia Israel por primera vez en meses el sábado, lo que llevó a las fuerzas israelíes a contraatacar horas más tarde en sitios del sur de Líbano que dijo estaban vinculados al grupo militante Hezbollah.
Los ataques fueron el último ejemplo de cómo la ofensiva israelí renovada en Gaza estaba repercutiendo en todo el Medio Oriente. Interrumpieron meses de relativa calma en el norte de Israel, donde residentes desplazados por más de un año de combates entre Israel y Hezbollah han comenzado a regresar a sus hogares últimamente.
El ejército israelí dijo que había derribado tres cohetes desde Líbano sin informes de víctimas. La ráfaga fue la primera de su tipo desde finales del año pasado, cuando Israel y Hezbollah acordaron un alto el fuego mediado por Estados Unidos y Francia.
Hezbollah negó su participación en el disparo de cohetes, que siguió a la ofensiva israelí reanudada en Gaza esta semana contra el aliado palestino de Hezbollah, Hamas. Esos ataques israelíes ya han matado a más de 600 palestinos, según funcionarios de salud de Gaza, que no distinguen entre civiles y combatientes.
Después del asalto liderado por Hamas a Israel el 7 de octubre de 2023, que desencadenó la guerra en Gaza, los aliados del grupo militante en todo el Medio Oriente comenzaron a atacar a Israel en solidaridad. El año pasado, eso se convirtió en una guerra total entre Israel y Hezbollah, en la que Israel asesinó al liderazgo de Hezbollah y lanzó una invasión terrestre en el sur del Líbano, bastión de Hezbollah.
El alto el fuego entró en vigor a fines de noviembre y ha sido en su mayoría respetado. Según los términos del alto el fuego, se supone que el gobierno libanés debe evitar que grupos armados como Hezbollah ataquen a Israel desde territorio libanés.
Los líderes libaneses parecían ansiosos por evitar una nueva escalada con Israel. La guerra Israel-Hezbollah mató a alrededor de 4,000 personas en Líbano y más de un millón de personas huyeron de sus hogares, según las autoridades del país.
Después del disparo de cohetes el sábado, Joseph Aoun, presidente del Líbano, condenó lo que llamó «intentos de arrastrar a Líbano de nuevo a un ciclo de violencia». Instó al comité encargado de supervisar el alto el fuego —que incluye representantes de Estados Unidos y Francia— a prevenir cualquier violación que pueda amenazar a Líbano.
El Ejército libanés dijo el sábado que había localizado y desmantelado lanzadores de cohetes en el sur del Líbano. El ejército nacional es una fuerza distinta de Hezbollah, una milicia respaldada por Irán que ha ejercido una enorme influencia política y militar en Líbano durante mucho tiempo.
«Las unidades militares continúan tomando las medidas necesarias para controlar la situación en el sur», dijo el ejército libanés.
Los funcionarios israelíes han expresado escepticismo sobre si el ejército libanés está preparado para evitar ataques. E Israel ha seguido bombardeando Líbano a pesar del alto el fuego, argumentando que está tomando medidas enérgicas contra los militantes que violan el alto el fuego.
Aunque el alto el fuego inicialmente estipulaba una retirada completa de Israel a fines de enero, las fuerzas israelíes aún controlan cinco puntos dentro del territorio libanés. Israel Katz, ministro de Defensa israelí, dijo que las tropas israelíes permanecerían allí indefinidamente para proteger las ciudades israelíes cerca de la frontera libanesa.
El alto el fuego requiere que las fuerzas de seguridad del gobierno libanés sean la única presencia armada en el sur del Líbano, pero no está claro en qué medida Hezbollah ha retirado realmente a sus combatientes y armamento.
Los ataques reanudados en Gaza esta semana han provocado ataques a Israel por parte de al menos otro aliado de Hamas.
Ese aliado, la milicia Houthi en Yemen —que, al igual que Hamas y Hezbollah, está respaldada por Irán— ha vuelto a disparar misiles balísticos a Israel, enviando a cientos de miles de israelíes corriendo a refugios antiaéreos fortificados. Los sistemas de defensa aérea de Israel han interceptado los misiles.
Líderes israelíes, incluido el primer ministro, Benjamin Netanyahu, han dicho que lanzaron el ataque renovado en Gaza en parte para presionar a Hamas a liberar a más de las docenas de rehenes israelíes y extranjeros restantes en el enclave. Hamas ha argumentado que Israel está rompiendo el acuerdo de alto el fuego.
Steve Witkoff, enviado de Oriente Medio de la administración Trump, dijo que Israel y Hamas estaban «hablando de nuevo» para intentar resolver el estancamiento en las negociaciones. Hizo los comentarios durante una entrevista extendida el viernes con la personalidad de los medios de comunicación de derecha Tucker Carlson.
Estados Unidos está discutiendo ahora cómo desmilitarizar a Hamas como parte de un acuerdo de posguerra para Gaza, dijo el Sr. Witkoff, agregando: «Eso es lo importante».
«Necesitan desmilitarizarse. Luego tal vez puedan quedarse allí un poco, ¿verdad? Participar políticamente», dijo. «No podemos permitir que una organización terrorista dirija Gaza».
El Sr. Witkoff dijo que creía que al reanudar la lucha contra Hamas, el Sr. Netanyahu estaba yendo «en contra de la opinión pública» en Israel —que, según el Sr. Witkoff, apoyaba ampliamente un acuerdo para liberar a los rehenes.
Muchos familiares de los rehenes israelíes restantes y sus partidarios han estado manifestándose regularmente para presionar a su gobierno por un alto el fuego inmediato y un acuerdo de liberación de rehenes con Hamas.
Euan Ward y Rawan Sheikh Ahmad contribuyeron con el reportaje.