Un solicitante de asilo sirio que las autoridades austriacas dijeron que mató a un adolescente e hirió a otras cinco personas en un ataque con cuchillo en Villach, Austria, fue inspirado por el grupo militante Estado Islámico, dijeron funcionarios el domingo.
El hombre, que fue detenido después del ataque del sábado, se radicalizó en línea, dijo el ministro del Interior de Austria, Gerhard Karner. La policía dijo que creían que las víctimas fueron elegidas al azar.
El sospechoso tiene 23 años, llegó a Austria desde Siria en 2020 y luego le dieron asilo, según el ministerio del Interior.
El ataque ocurrió días después de que un ciudadano afgano, que llegó a Alemania como refugiado infantil, condujera un coche hacia una multitud en una marcha sindical en Munich, a 150 millas de Villach, matando a dos personas e hiriendo a casi 40.
En julio, la cantante Taylor Swift se vio obligada a cancelar tres conciertos en Viena, la capital de Austria, después de que las autoridades supieran de un plan para atacar el lugar por parte de dos adolescentes que se habían radicalizado en línea como islamistas. Ninguno era refugiado.
El partido de extrema derecha Libertad de Austria ha sacado provecho de los temores hacia los extranjeros, especialmente hacia los jóvenes solicitantes de asilo masculinos. Haciendo campaña con el lema «Fortaleza Austria», el partido quedó en primer lugar en las elecciones del año pasado, con el 29 por ciento de los votos. La semana pasada renunció a su intento de formar una coalición de gobierno en el Parlamento actual de Austria, pero su popularidad sigue aumentando, según las encuestas.
El ataque en Villach, una pintoresca ciudad en el sur cerca de las fronteras italianas y eslovenas, ocurrió alrededor de las 4 p.m. del sábado en la plaza de la ciudad vieja, donde un hombre comenzó a apuñalar a personas al azar con un cuchillo plegable, dijo la policía de Villach.
En los siete minutos entre la primera llamada a la policía y el momento en que fue detenido, el hombre mató a un joven de 14 años e hirió a otras cinco personas, dijeron.
El ataque fue finalmente detenido por un ciudadano sirio de 42 años que presenció la violencia en desarrollo, según las autoridades.
«Un testigo presenció el evento y decidió intervenir: embistió al agresor con su automóvil y así probablemente evitó que ocurrieran cosas peores», dijo Michaela Kohlweiss, la directora de la policía estatal a cargo de la investigación.
Dos agentes pudieron contener y luego arrestar al sospechoso inmediatamente después.
El jueves, la policía creyó brevemente que había un segundo agresor involucrado y trajo refuerzos, el equivalente austriaco de los equipos SWAT y dos helicópteros. Pero las autoridades creen ahora que el sospechoso actuó solo.
La policía dijo el domingo que el sospechoso no tenía antecedentes policiales y no había sido monitoreado por inteligencia interna.
Sin embargo, al registrar su apartamento, encontraron evidencia clara de «pensamiento islamista» y banderas del Estado Islámico colgadas en las paredes, dijeron, pero no encontraron armas ni explosivos.
La policía dijo que aún estaban investigando el trasfondo y la motivación del sospechoso, y parecía que se había radicalizado en línea en un período muy corto.
Peter Kaiser, gobernador de centro-izquierda de Carintia, pidió las «consecuencias más severas» para el atacante, diciendo en redes sociales que el perpetrador «debe ser juzgado, encarcelado y deportado». Herbert Kickl, el líder combativo del Partido de la Libertad, calificó el ataque como un «fracaso del sistema de primer orden».
El alcalde de la ciudad, Günther Albel, escribió en redes sociales: «A todos aquellos que siembran odio y violencia, les digo: no ganarán».
Millones de sirios buscaron refugio en Europa, incluida Austria, después de una revuelta popular contra el líder autocrático de larga data de la nación, Bashar al-Assad, que comenzó en 2011 y se convirtió en una guerra civil. El gran número de llegadas ha tensionado las redes de seguridad social en Europa y ha generado preocupación sobre la asimilación, que a veces ha tomado una forma abiertamente xenófoba y ha abierto la puerta a movimientos políticos de extrema derecha y nacionalistas.
El colapso del régimen de Assad en diciembre llevó a varios países europeos a pausar los procedimientos legales sobre el estatus de asilo para los sirios. Austria ha dicho que planea deportar a los sirios cuyas solicitudes de asilo sean rechazadas.
La violencia es relativamente poco común en Austria, que fue clasificada como el quinto país más seguro del mundo en 2023, según el Índice de Paz Global.