Nuevos resultados positivos en tratamiento de cáncer de ovario con quimioterapia HIPEC

La quimioterapia intraperitoneal hipertérmica (HIPEC) aplicada en el momento de la citorreducción aumenta la supervivencia hasta en 10 meses en pacientes con cáncer de ovario epitelial peritoneal recurrente sensible al platino en comparación con pacientes que no reciben HIPEC, como se demuestra en un estudio de fase 3 CHIPOR realizado en 31 centros especializados en Francia, Bélgica, España y Canadá.

Este hallazgo es un «motivo de celebración» para los oncólogos, según indicó la directora del Instituto Viamed de Oncología Quirúrgica Avanzada (IVOQA), Delia Cortés, en una entrevista con Europa Press Infosalus, donde destacó la «esperanza» que ofrecen. Estudios como este para una enfermedad, el cáncer de ovario, que fue diagnosticada en más de 3.500 nuevas pacientes en España en 2023, según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer, y que suele tener un curso agresivo.

Para pacientes y profesionales, uno de los principales retos es la propagación del cáncer al peritoneo, el tejido que recubre el interior de la pared abdominal, un tipo de carcinomatosis o metástasis que se desarrolla en alrededor del 60-70% de las mujeres afectadas por la enfermedad. . . tumor maligno. Como afirmó Cortés, «el primer sitio de afectación o metástasis del cáncer de ovario es el peritoneo».

Uno de los tratamientos utilizados para tratar esta afección es la HIPEC con cisplatino combinado con la extirpación del tumor mediante cirugía citorreductora. Sin embargo, la quimioterapia intraperitoneal hipertérmica ha generado cierta controversia debido a la falta de evidencia al respecto. Varios estudios han contribuido a esclarecer estas incógnitas en los últimos años.

El estudio CHIPOR, publicado en «The Lancet» en diciembre de 2024, mostró resultados positivos en la supervivencia de un grupo que no había sido analizado antes: las pacientes con cáncer epitelial de ovario con recurrencia peritoneal sensible al platino. Es decir, personas que recaen al menos seis meses después de recibir un tratamiento a base de platino intravenoso.

«Puede que tengamos suerte, ya que contamos con un tratamiento adicional para pacientes con cáncer de ovario. En oncología no se trata de elegir entre un tratamiento u otro, sino de combinar y sumar fuerzas para mejorar el pronóstico de las pacientes», afirmó. Apostilla de Cortés.

ALTA DEL HOSPITAL EN 7-10 DÍAS

Delia Cortés detalló que los pacientes que van a someterse a citorreducción con HIPEC en IVOQA pasan primero por una prehabilitación nutricional, física, respiratoria y psicooncológica, con el objetivo de llegar al procedimiento en las mejores condiciones posibles.

Después de la cirugía, la paciente permanece despierta en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) durante 24-48 horas y comienza su proceso de recuperación, que continúa una vez que es trasladada al quirófano. «El tiempo de recuperación varía considerablemente y depende principalmente de la extensión de la intervención quirúrgica. En muchos casos, para lograr una citorreducción completa se requieren resecciones multiviscerales, lo que influye en el tiempo de recuperación del paciente», indicó.

En el postoperatorio, los pacientes se benefician de la rehabilitación física y respiratoria. Según Cortés, el ejercicio se puede iniciar incluso en la UCI a través de actividades como el pedaleo, que facilitan la recuperación y el regreso a la vida diaria.

Aunque los pacientes que han sido sometidos a una cirugía de alta complejidad pueden requerir una estadía hospitalaria más prolongada, generalmente son dados de alta entre siete y 10 días después del procedimiento. «En general, la mayoría de los pacientes se encuentran en óptimas condiciones para recibir la quimioterapia postoperatoria, que forma parte del protocolo, entre cuatro y seis semanas después de la cirugía», afirmó el oncólogo.

LA CIRUGÍA ES «LA PIEDRA FUNDAMENTAL»

En cuanto a los tratamientos para el cáncer de ovario, el especialista en oncología peritoneal señaló que varían según el estadio de la enfermedad, aunque destacó que la cirugía sigue jugando un «papel fundamental» y actúa como «piedra angular» en ambos cánceres de ovario. como en el cáncer de ovario avanzado.

En este punto, Cortés enfatizó la innovación terapéutica que se produjo ante la alta tasa de recurrencia que presentaba el cáncer de ovario avanzado luego de la citorreducción y la quimioterapia sistémica. Junto con HIPEC, se han agregado tratamientos intravenosos como bevacizumab, inhibidores de PARP y algunas terapias dirigidas a inmunoterapias.

Respecto a HIPEC, comentó los resultados positivos de otra investigación, OVPEC, que demostró beneficios en la cirugía de intervalo para pacientes inicialmente inoperables y que reciben quimioterapia más tempranamente. Además, comentó que actualmente el estudio HIPOVA01 evalúa la utilidad de esta técnica en las recaídas resistentes al platino, es decir, aquellas que ocurren antes de los seis meses de tratamiento.

“Para pacientes con enfermedad irresecable, también hay varios ensayos en curso, como PIPACOV3, que está investigando la adición de quimioterapia en aerosol intraperitoneal presurizado (PIPAC) en pacientes con cáncer de ovario irresecable. De hecho, en el Congreso de ASCO presentaron los resultados de un estudio de fase 3 que demostró que la adición de PIPAC benefició la supervivencia de estos pacientes”, añadió el experto.

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